CAPITULO 4

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“La inesperada luna de miel”

Disfrutábamos de la fiesta, porque no había pagado tanto dinero para no hacerlo.

Mis más queridos y apegados amigos se encontraban en ella, bailando y embriagándose a más no poder. Mi Nana no dejó de llorar en toda la noche, supuse que era por verme casado…

Bailaba con _____, porque todos habían insistido en que lo hiciera. Le daba algunas vueltas y trataba de sonreírle la mayor parte del tiempo, porque ella no tenía la culpa de ser miembro de toda esa mentira. Todo había estado muy bien, ahora que ya todo Londres sabía de mi casamiento yo podría por fin librarme de todo, y cumpliría una parte muy importante de mi visión futurística.

No fue hasta que bailábamos a unos centímetros de distancia que noté el esfuerzo que ella puso en la boda, había decorado el campo con luces y había colocado uno que otro árbol artificial para darle el toque final al ambiente. En las mesas estaban mis chocolates favoritos, esos Ferrero Rocher que tanto me gustaban, indicándome que había preguntado por mis preferencias.

Todos estaban lo suficientemente embriagados para no reconocerme, pero como yo estaba a punto de morir no podía ingerir ningún tipo de sustancias dañinas para mi organismo así que, rindiéndome, tomé a mi esposa y la llevé al interior de la casa, en donde estaban algunos invitados.

—Hola —sonreí, con todo lo que había pasado siquiera la había podido saludar.

—Hola Sr. Styles —sonrió — ¿Qué se le ofrece?

—Por favor —le dije— llámame Harry —tomó mi corbata y la acomodó.

—Bien, Harry. ¿Le gustó la ceremonia? —preguntó y me vi en una posición incómoda, ¿Cuándo me atrevería a decirle que había echo todo eso para deshacerme del dinero?.

—Estuvo excelente, la organizaste muy bien —suspiré y ella me miró.

— ¿Pasa algo? —preguntó —bueno, tomando en cuenta que me trajo aquí

—Sí, necesito decirte algo —mencioné bajando la mirada, aunque no funcionaba porque ella era más pequeña que yo.

—Yo sé que usted no me ama, Harry —sonrió —pero no importa, no por ahora

— ¿Y sabes la razón de la boda? —le pregunté.

— ¿Acaso ha olvidado que soy mucho mas astuta que usted?, claro que sé a que se debe esto —por supuesto, había olvidado por completo que la chica era una sorpresa, ella era demasiado inteligente —ya le dije que no importa, es por esa misma razón que me casé con usted… así todo queda en secreto —guiñó el ojo —bueno, aunque deberá pagarme con algo — ¿Todo el dinero que estaba por entregarle no le era suficiente?

— ¿Qué tendré que hacer? —pregunté con media sonrisa, muriendo de que me asaltara, corriera lejos y nunca volviera.

—Eso lo veremos —sonrió a medias, burlándose de que fuese lo suficientemente idiota para no entender.

Tomó su vestido del centro y lo haló hacia arriba para poder caminar mejor, y al verla partir no pude negar en mis adentros que se veía hermosa. Se había esforzado en que el plan funcionara, me sorprendía que estuviera de mi lado. Todo saldría perfecto.

La fiesta terminó, o eso es lo que recuerdo porque bailé tanto que caí rendido a los segundos de sentarme.

(…)

— ¿Estará despierto? —preguntó.

—La pregunta correcta es ¿estará consiente? —preguntó Mitch, haciéndome reír —ah, sí lo está —dijo y yo abrí los ojos, viendo a mi alrededor a Marie, a Mitch y a Jorge, el conserje.

En Busca de Una Esposa Harry Styles y TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora