< turning you on > minsung

parte única

Minho estaba sin habla.

Jisung se encontraba frente a él, con un par de jeans ajustados y una sudadera que le pertenecía al mayor. Su cabello castaño se encontraba peinado como siempre, pero había algo en sus ojos y en esa sonrisa que le dedicó, que hizo que Minho se estremeciera.

-¿Tan bien me veo?.- Soltó Jisung mirándolo directamente mientras reía, haciendo tartamudear a Minho.

-Ah-hm y-yo, sí. ¿Qué?- Minho sacudió su cabeza y al ver como Jisung bufaba, tomó la mano de su novio, mientras caminaban las dos cuadras hacia el paradero de buses para poder llegar a la casa en donde era la fiesta a la que estaban invitados.

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Ya llevaban dos horas en la fiesta y Jisung se encontraba muy cariñoso por alguna razón.

-Amor, quiero besitos.- El menor hizo un puchero mientras miraba a su novio, quien lo miraba de vuelta con todo el amor del mundo.

Minho se acercó y posó sus labios sobre los de Jisung, moviéndolos suavemente. Duró así unos 10 segundos, hasta que sintió la lengua del menor tratando de abrirse paso por su boca. Sonrió y permitió la entrada de esta, para así comenzar a jugar con su novio.

Jisung atrajo aún más el rostro de su novio con su mano que se encontraba en el cuello del mayor, así haciendo el espacio entre ambos casi inexistente. Un pequeño gemido por parte del menor hizo que Minho se detuviera, ya que se encontraban en público, así aprovechando de tomar aire.

-Mi bebé es tan precioso.- Minho sonrió mientras dejaba un besito en la punta de la nariz de Jisung.- ¿Quieres algo para beber?

Se levantó del sofá en el cual se encontraban y miró a su novio, quien lo miraba enojado y con un puchero en sus labios.

-Te quiero a ti.- Su ceño se frunció aún más, haciendo que Minho riera ante tal tierna acción.

-Eres tan hermoso.- Se aceró al menor y dejó un beso en su frente.- Vuelvo en un minuto, amor.

Jisung se cruzó de brazos, esperando por su novio.

Por alguna extraña razón (no tan extraña), ese beso lo había calentado demasiado.

Al ver a su novio volver, se le ocurrió una idea.

Minho se sentó a su lado, y Jisung subió a su regazo, encerrándolo entre sus piernas mientras acariciaba el cabello del mayor.

Minho bebía de su vaso mientras observaba a su novio. Se preguntaba cómo alguien podía ser tan perfecto como lo era su pequeño.

Un beso interfirió sus pensamientos, seguido de otro, y otro. Esa acción le hizo soltar una risita para luego seguir recibiendo los pequeños besos que le entregaba Jisung.

-¿Qué pasa, bebé?- Preguntó mientras sonreía, dejaba el vaso de lado y acercaba a su novio por la cintura, dejando un espacio nulo entre ambos cuerpos.

-Mmm, nada.- Jisung comenzó a dejar besitos por toda la cara de su novio, mientras este otro sólo sonreía mientras sentía mil mariposas en su estómago por las acciones de Jisung.

Minho tomó la cara de Jisung, deteniendo su ataque de besos, y le plantó un beso suave y lento en los labios, haciendo que Jisung finalmente se calmara. O eso creyó.

El menor posó sus manos en el cuello del mayor, acercando sus rostros aún más. Esto hizo que sus caderas quisieran acercarse aún más a la entrepierna de Minho, logrando sacar un gemido del mayor al sentir la presión que estaba siendo ejercida sobre él.

Las lenguas de ambos habían comenzado una batalla lenta, pero muy excitante.

-¡Minho!- Un grito los separó. Ambos lucían agitados y sonrojados. La vergüenza pintó la cara de los novios de un color rojizo, mientras Jisung se sentaba en el sillón, abandonando su asiento favorito.