Prólogo

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"No se trata de lo que alguna vez fuiste, si no de lo que estas dispuesto a llegar a ser".

Las cosas pueden cambiar de un año para otro, de un mes para otro, pueden cambiar en un día, en una hora, o pueden cambiar en un abrir y cerrar de ojos, como lo fue en la vida de Kathia Weells. 

Ella no tenia planeado ese cambio radical en su vida, el solo llego. No supo como, ni por qué, solo llego a su vida y la cambio. ¿Para bien? Tal vez. ¿Para mal? Tambien puede ser.

"Algún día alguien entrará en tu vida y te hará entender porque otros no se quedaron".

Tal vez, esa persona podria ser James Kitwell. El podria ser la ¿Cereza de su helado? ¿El chocolate de su fresa?, quien sabe. 

A ella le gustó, por el simple echo de que el no era perfecto, porque llego justamente cuando no lo esperaba... Le gustan las personas que llegan a sí, de repente, esas que sacuden tu vida, que colocan a temblar el suelo. Ella se aferro a el, tanto que hasta su indiferencia le parecio hermosa.

No es llegar y ver la herida; es quedarse y estar dispuesto a curarla.

─ ¿Estarias dispuesta a curarla? ¿Sin importar que?

─ Quiero que sepas que por más que te desee asesinar en algun momento, o que no hablemos por más mal y enojados que podamos estar, siempre estare para tí. Asi que si.

─ Y quiero que sepas, kathia. Que quizás no sea tu hombre perfecto, quizás no sea ese príncipe azul que buscaste en los cuentos de hadas, pero te aseguro, que al final, nuestra historia tendrá un final feliz e infinitos momentos bellos que recordar.

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