Capítulo 13 Jaula y un pasado.

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En ese entonces cuando te ví yo tenía 11 años y faltaban algunos meses para mi cumpleaños número 12, mi vida era tan monotoma, aburrida y estricta, no podía hacer lo que un niño normal a esa edad tenia que atender a todas las exigencias y deseos de la familia,en una primavera habiamos  ido a Japón a atender asuntos familiares me tenían encerrado y era inevitable sentirse en una jaula podía tener lujos y comodides pero estas siempre exigian algo en cambio, el precio que tenía que pagar era mi libertad mi infancia, no tenia amigos o niños de mi edad por mucho tiempo viví rodeado de aldutos que muy a menudo hablaban de política y economía; esa primavera fue diferente muy a menudo ví por mi ventana niños jugando fuera ellos se veian tan felices tan libres justo como las aves.

 Un día huí, queria sentir la libertad y felicidad otra vez como cuando Itachi y yo jugabamos antes de que nuestro padre nos pusiera a competir no odiaba a mi hermano mayor pero había estado comportandose distante hacia mi, era evidente que ambos teniamos que soportar el peso del apellido; y aunque solo fuera por algunas horas quería sentirme fuera de  mi encierro de mi jaula de exigencias, apariencias, iba corriendo y encontre ahi un pequeño parque no muy lejos de casa de mi padre me dispuse a hacer lo que los demás jugar me divertí como nunca antes, aunque no  habia nadie en realidad hasta que me percate de algo o más bien de alguien que pasó, era como como un pequeño bultito blanco me llamó la atención así que me dispuse a descubrir lo que era aquello, en ese momento me quede embelesado de tí, eras tan pequeña y angelical esos ojos tuyos me hipnotizaron en el primer contacto visual aunque fue muy leve, tu cabello de ese color tan inusual no parecias ser japonesa más bien tenias un aire europeo aunque debo estar loco por ponerme así por alguien que era más que claro era menor que yo, aunque tu no te percataste de mi precensia en ese instante aunque tal vez me ignoraste no aparentabas más que unos  4 o 5 años me preguntaba si debía hablarte parecias perdida en tus manos poseías varias flores al parecer y si no mal recuerdo eran unas flores llamadas cosmos y mire alrededor de aquel parque para localizar aquellas flores y lo único que ví  fueron los fomosos dientes de león, me gire de nuevo para verte sin embargo ya no te encontrabas ahí, acaso había sido una ilusión.

 Me dispuse a regresar a casa para que nadie sospechara de mi salida, entonces me percate que el jardín trasero estaban aquellas flores que llevabas, entonces me dije eres real de verdad existes, mire aquellas flores, el barro estaba humedo y vi en el pequeñas huellas, tu estuviste en este lugar y eso confirmo tu existencia no cabia duda, desde ese momento buscaba la manera de escapar de casa y de mis deberes para con mi familia solo para volver a verte más de cerca no me conformaría con verte desde de mi ventana no queria verte desde mi jaula; cuando iba a aquel parque  te veia jugar y todos tus movimientos me parecian adorables pero al parecer mi precencia empezó a hacerse notoria ya que habia mas niñas de mi edad observandome o acosandome y no hacia falta enteder el idioma para saber que tenian interes en mí y creo que una en especial se dió cuenta de que solo te miraba a tí ya que una vez las encontre molestandote y una se atrevió a golpearte, no entendí lo que decian pero era evidente que no era nada bueno, me acerque y las empuje a todas estaba furioso, te cargue en brazos y seguias llorando, luego me observaste y rápidamente te alejaste de mi no sabia que hacer o decir y vi que estabas lastimada saque un pañuelo y empeze a limpiar la zona afectada al parecer comprendiste que solo te queria ayudar cuando termine ate el pañuelo  en el lugar que te lastimaste; te levantaste y te inclinaste talvez en forma de agredecimiento y dijiste algo

"Arigato oni-san"

No entendi al parecer te percataste de ello y me regalaste una sonrisa la cual siempre recordé

Confusión, Tienes Que Ser TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora