PILOTO
Uno, dos, tres golpes había dado a la pared. No importaba que después sus nudillos dolerían, ahora estaba demasiado estresado como para pensar en eso. Tenía en la cabeza un dolor insoportable, eran demasiados problemas con los que cargaba, pero era su decisión cargarlos.
—¿Crees qué golpear a la pared cambiará algo? —preguntó algún desconocido detrás de Jungkook.
El castaño dio media vuelta para ahora dar la espalda a la pared antes golpeada por él. Miró al desconocido que habló antes. Era más bajo de estatura, era obvio a simple vista, sus cabellos eran rubios y tenía unos mofletes rojos. Traía puesto unos shorts y camisa sports, era uno de los del equipo de baloncesto.
—¿Crees qué me importa? —contestó Jungkook dandole una mirada que intimidaría a cualquiera, pero curiosamente aquel chiquillo no tuvo reacción alguna, más bien le parecía ridícula aquella mirada— ¿quién te crees que eres?
—Alguien que no golpea a la pared por ira —respondió con la misma expresión pacífica de al principio— o sea, alguien mucho más inteligente que tú.
—Juegas baloncesto —elevó en un rápido movimiento la cabeza indicando el balón que el ajeno tenía en sus manos— dudo mucho eso.
Jungkook nunca se ofendía con comentarios como los anteriores, sabía que no valía la pena hacerlo y era estúpido sentirse mal por ellos. Pero sabía que la mayoría de gente se enojaba o entristecía por éstos comentarios, así que aprovechaba esto para intimidar a la gente, por pura diversión.
Y para forjar un aspecto intimidante.Jungkook sonrió victorioso al ver el puchero enojado de el rubio, debía admitir que era lindo, aquellos mofletes rojos por el reciente partido del baloncesto le combinaban a la perfección con ese puchero, aunque el castaño no lo conociese sí alguien le preguntara si el rubio es lindo, éste respondería sin duda alguna que sí.
—Apuesto a que no sabes jugar —retó Jungkook a un nuevo puchero—, mírate, con esa estatura probablemente ni tirar sepas.
—Mírate —contraatacó —, con esas pintas de mirrey, y esa actitud de niño de preescolar.
El viento sonó, pues cómo no, estaban en los jardines traseros. Pero curiosamente Jungkook había olvidado el por qué había ido ahí, el por qué estaba enojado, gracias a aquel enano con cabellos de oro.
—¿Cuál es tu nombre? —preguntó Jungkook ignorando los insultos anteriores.
—Jimin —respondió en seco, imitando al castaño—, ¿por qué?
—Porque creo que te he visto en los anuarios, y... —calló un momento— también creo que te he visto jugar jugar baloncesto... tiras muy mal —mintió por último.
—No me sorprende que me espíes —dijo Jimin—, digo, quién se resistiría.
A Jungkook le gustaba el humor del chico, y muy pocas veces le gustaba el humor de otras personas, era por eso que odiaba a la mayoría de éstas.
—No te espío —negó—, solo sé quién eres porque eres la burla de la preparatoria.
Jimin rió bajo, definitivamente el castaño tonto ése le estaba haciendo pasar un buen momento. Su mañana no había sido nada buena –como la mayoría de éstas–, y al principio solo tenía intenciones de molestar a Jungkook, pero por lo visto era un empate.
Lamentablemente no podía platicar más con él, iba en contra de sus reglas.—¿Cuál es tu nombre? —preguntó Jimin.
—Jungkook —contestó—, el mejor partido que podrás en toda tu vida. —Jimin no supo qué responder, por lo que solo sonrió cerrado y bajó la mirada al balón. —Y dime Jimin... ¿qué haces saliendo de clases?
—¿Qué tratas de decir? —preguntó Jimin volviendo a fijar su mirada en la del castaño.
—Estoy diciendo qué tal vez pueda acompañarte a tu casa o a donde sea que vayas ésta tarde.
—No quiero, gracias —replicó—, sé quién eres y cómo eres. No eres para nada mi tipo.
Jungkook lo miró confuso y antes de que pudiera decir algo, Jimin ya estaba caminando hacia la salida de los jardines, con paso vivo.
30.05.17
© onlymousad and kookminEl cliché me puede cx qué decirles.
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Sangre Fría © Kookmin
FanfictionDonde Jungkook es un idiota, y lastima a todo aquel que se le cruza. 一KOOKMIN 一NO ADAPTACIONES 30.05.17 © onlymousad