Día 1.

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SECRETO A GRITOS

Día 1


Denisse almorzaba con sus amigas: Michel (su mejor amiga), Adriana y Susan. Ellas platicaban, pero Denisse sólo pensaba en una cosa… en él. Para ella Alan era no sólo guapo, también era inteligente y capaz.

- ¿Ya lo vieron? - Pregunto Susan mordiéndose los labios.
- ¿Quién? – pregunto Mich.
- A Alan – dijo Adri en un suspiro.

Justo cuando Denisse escucho el nombre del jugador prestó atención.
- Ah sí, sigue igual de equis, como siempre – dijo Mich con el mínimo interés.
- No, Michel, ¿cómo puedes decir eso? – dijo Adri como si se tratara de una blasfemia.
- Ay aparte se corto el cabello, se ve muy bien – dijo Susan en un suspiro.

- No se lo corto, simplemente se peino de lado, pero su cabello está intacto – dijo Denisse sin querer. Susan y Adriana voltearon a verla confundidas, en cambio Michel no hizo nada respecto al sorpresivo aclaramiento de la castaña.

- Wow ¿cómo te diste cuenta? A ti ni te gusta -  le pregunto Susan a Denisse algo confundida. – Oh ¡espera! ¿te gusta? – dijo emocionada.

- Ya te habías tardado Deni – secundo Adri.

- No, para nada, no me gusta – dijo Denisse negando rotundamente.

- Ay pero es imposible no enamorarse de él – dijo Adri devorando con la mirada al chico que pasaba en frente de ellas.
- No creo que sea la gran cosa – dijo Michel y Denisse sólo se rio.

Todas sus amigas, andaban locas por Alan Pereyra, sólo Michel pensaba que era aburrido. Todas las chicas del instituto, aun teniendo novio pensaban que Alan era un amor.

Alan el chico perfecto según el 99% de la universidad.

Pero Denisse no lo veía como el chico perfecto, ni como el súper jugador del equipo de basquetbol, tampoco como el guapo, ella lo veía como el humano que es, como la persona buena gente que es. No, y no es que ella estuviera enamoradísima de él, pero ella sentía que lo quería… siempre pensaba ‘¿cómo lo puedo querer si no nos conocemos?’

Oh bueno si recordaba, hacía un año atrás cuando estaban saliendo de un concierto unos chicos tomados intentaron meterla en su auto, y él así de la nada salió a defenderla: ‘déjenla, ella es mi novia’ con esa frase la dejaron en paz, después de ahí cruzaron algunas palabras, ella le agradeció y nada más. Luego como seis meses después a él lo estuvieron a punto de expulsar por una travesura, ella se echo la culpa y así fue como Alan pudo sobrevivir, igual cruzaron unas palabras, se agradecieron y nada más.

Nadie se imaginaba que a ella le gustaba Alan. Sólo Michel, nadie más, o eso esperaba ella. 

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