Utilice la inteligencia, los conocimientos y el trabajo físico de otros para promover su propia causa. Ese tipo de ayuda no sólo le permitirá ahorrar mucho tiempo y energía, sino que le conferirá un aura divina de rapidez y eficiencia. A la larga, sus colaboradores serán olvidados y todos lo recordarán a usted. Nunca haga lo que otros pueden hacer por usted.
Hay mucho que aprender; la existencia es corta, y la vida no es vida sin conocimientos. Por lo tanto, es un método excelente adquirir conocimientos de todos los que nos rodean. De esa forma, gracias al sudor de la frente ajena, logrará ganar la reputación de ser un- oráculo. (Baltasar Gracián, 1601-1658)
Cierto día, la tortuga se encontró con el elefante, que le gritó: "¡Sal de mi
camino, debilucho insignificante! ¡Corres peligro de que te pise!". La tortuga no le temía y se quedó donde estaba, de modo que el elefante la pisó pero no logró
aplastarla. "¡No fanfarronees con tu fuerza, señor Elefante, pues yo soy tan fuerte
como oír, dijo la tortuga, pery el elefante
le contestó con una carcajada burlona. De modo que la tortuga le pidió que volviese a la misma colina a la mañana siguiente. Al día siguiente, antes de
la salida del Sol, la tortuga bajó por la
colina hacia el río, donde se encontró con el hipopótamo, que estaba por entrar al agua después de su pastoreo nocturno. "¡Señor Hipopótamo! ¿Tienes ganas de hacer
una competencia de fuerza conmigo, tirando cada uno del extremo de una cuerda? ¡Te apuesto que soy tan fuerte como túl", dijo la tortuga. El hipopótamo se echó a reír pero accedió. La tortuga, que había llevado una larga cuerda, le indicó que la sostuviese en la boca hasta que ella le diera la señal de tirar, gritando
"¡Ya!". De inmediato la tortuga subió de nuevo a la
colina, donde se encontró con el elefante,
impaciente por su tardanza. La tortuga le dio el otro extremo de la cuerda y le dijo: "Cuando yo diga VYal' tiras con toda la fuerza, y verás quién de nosotros es el más fuerte". Acto seguido, bajó hasta la mitad del camino hacia el río, se detuvo en un sitio donde no podían verla el hipopótamo ni el elefante, y gritó: "¡Ya!". El elefante y el hipopótamo tiraron con todo su vigor, pero ninguno logró hacer mover al otro, ya que ambos tenían la misma fuerza. Cada uno, por su parte, tuvo que admitir ante la tortuga que ella era tan fuerte como él. Nunca haga lo que otros pueden hacer por usted. La tortuga dejó que otros hicieran el trabajo, y ella se llevó los laureles.
FÁBULA DEL ZAIRELas 48 leyes del poder
De MI:M.C.
Muchos utilizan él trabajo de otros para lograr sus fines,no importándole él sacrificio, Nin él tiempo de esa persona. ¿es moralmente aceptado este comportamiento?
¿como clasificarías ha este tipo de personas? Que se aprovechan del esfuerzo de los demás....En el comercio y en la industria todo el mundo roba. Yo mismo he robado bastante.
Pero yo sé cómo robar. Thomas Edison, 1874-1931
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VIDAS PASADAS
Randomla vida es juego,donde muchas veces no conocemos sus reglas...hacemos,decimos y,actuamos de una manera errónea buscando la mejor forma para vivirla.pero en él intento perdemos todo incluso la vida misma...¿por lo tanto como Hacer para no salir tan d...