No de nuevo...

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-Ven, rápido o padre nos castigará a los dos!- Dijo el pequeño y delgado niño rubio de ojos celestes, me recordaba a alguien pero no se a quien exactamente, ya casi ni puedo recordar como me llamo, todo es tan confuso ahora.
Yo me levante de la cama en donde me encontraba recostado sin saber bien que hacer, no conocía al niño aunque parecía que el a mi sí.
-Vamos Hermano!o acaso eres sordo?- Me insistió nuevamente con un poco de angustia.
Resolví seguirlo sin decir nada, el me tomó de la mano y al ver que ambas tenían el mismo tamaño me di cuenta de lo que pasaba, otro de esos horribles y lúcidos sueños!.
Solté su mano con horror y cuando intente correr el agarró mi brazo con fuerza.
-Se lo que sientes, pero tranquilo si nos comportamos de buena manera el no nos hará nada- En este momento noté que lo mas fácil sería seguir a este niño y así lo hice, no quería volver a sentir dolor solo quería que esta pesadilla acabase pronto...
Salimos de la habitación, esta vez la casa estaba en buen estado, inclusive se veía mas lujosa, con pisos de mármol blanco en vez de madera y paredes de tonos pastel con varios cuadros en ellas, en los cuales noté una familia de cuatro personas, un pequeño niño rubio que rápidamente lo asocie con el que me tomaba de la mano, una señora de aspecto joven y sonrisa cálida de cabello negro y ojos de color miel igual que el niño que juzgué como el hijo mayor que yacía a su lado y....El Dr. Ivan?!, pensé que el bastardo no había formado una familia ni que había tenido hijos biológicos, pensé que solo raptaba niños, al parecer me equivoqué...como lo habrá hecho con lo desquiciado que esta ?...
-Vaya, hoy estas muy callado, hermano-Dijo de repente el niño.-Bueno, lo comprendo después de lo ayer...je, se como te sientes, pero fue nuestra culpa al no obedecerlo.
Dijo para luego mostrarme la marca de dedos rojos que estaban marcados en la piel de su pálido cuello, lo único que hice fue abrir mis ojos con asombro y horror.
-En fin, gracias por haberme defendido de padre, aunque me siento mal porque te llevaste la peor parte de todo esto, siempre por mi culpa te ves obligado a buscar formas de sacarme de los problemas.
Al momento en el que dijo esto, pude notar un dolor agudo en la espalda baja y en el abdomen, así que por inercia me acuclillé para calmarme.
-Vaya...ya va siendo hora de tomar nuestras medicinas, disimula el dolor por favor, ya casi llegamos-Expreso con esa voz dulce y me ayudo a levantarme.
Seguimos caminando en silencio hasta llegar delante de una gran puerta, el niño se acerco y la toco de manera cuidadosa, ni tan fuerte ni tan despacio.
-P padre?...-Preguntó el niño con miedo-Podemos pasar?.
Hubo un silencio pleno que se extendió por varios minutos hasta que una voz gruesa contestó.
-Ya pueden pasar, niños.
Al entrar pude ver un montón de estantes repletos de libros, mesas y mesas llenas de material quirúrgico y de laboratorio, jaulas y ....o no.
-Que buenos niños!, ahora si que cumplen con su horario de medicinas, espero que no se opongan y se vuelvan locos de nuevo igual que ayer...
Dijo el doctor Ivan mientras le sacaba los dientes a una niña que estaba dormida a causa de anestesias, era una monstruosidad,tenía el cuerpo demacrado como si solo hubiese ingerido líquidos por meses, sus huesos se le marcaban de una manera asquerosa y...quiero creer que no es verdad lo que vi, tenía los brazos inhumanamente alargados y volteados al igual que su pierna y torso.
Quise vomitar, gritar y salir huyendo, pero me aguante con todas mis fuerzas para que no me hiciera daño ni a mi ni al pequeño niño.
-No le presten mucha atención a Claude, despertará en algunas horas y verán que tan bien modificada esta!-Exclamo para luego soltar una risotada.
-E es estupendo, padre!-Dijo el niño mientras me codeaba para que dijera algo.
-Fa fabuloso!-Conseguí decir aun con todo el miedo que sentía.
El doctor solo sonrío satisfecho mientras miraba su obra cual pintor para luego caminar tranquilamente mientras silbaba una bella tonada  hasta un gabinete de frascos con medicamentos dentro.
-Tengan, tres para cada uno tómenselas de una vez y no las escupan, ya saben que no me gusta que desprecien lo que les doy por su bien...-Lo dijo esta vez con una mirada sombría y voz tétrica-Ahora largo de aquí!.
El niño me señaló rápidamente que salgamos, caminamos apresuradamente hasta la salida con las pastillas en mano,ya en el pasillo le pregunte.
-Como...se supone que las tomemos ?
-Tranquilo solo mastícalas, creí que ya lo sabías siendo que es una rutina diaria.
Los dos nos comimos las pastillas, sabían horrendo, era como tragar tu propio vomito mezclado con eses pero en estado  solido.

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