Andie era un niño común y corriente como todos los demás, pero con la diferencia que en las noches sus ojos podían ver más allá de los cuerpos mundanos, podía ver el destino de cada alma, para ser más exactos, la forma en que iban a morir...Andie también podía comunicarse con demonios sin necesidad de rituales y podía manejar conversaciones estables con estos, se podría decir que Andie era parte de ellos...Pero su madre descontrolada y enferma de ver a su hijo convulsionar y gritar todas las noches decide encerrarlo en un cuarto frío y lúgubre, envuelto en la oscuridad. Siempre a las 3 de la madrugada ella le pone un traje de fuerza y en una silla que nunca para de rechinar le pone un espejo enfrente ....Esto no le permitía hablar con los demonios, pues las 3 a.m. era la única hora en la que podía dialogar con ellos, sin embargo el oía voces en su mente de estos diciéndole que volviera así que un día decidió esconderse en lo profundo del bosque para que su madre creyese que se había ido o había desaparecido, pero ese mismo día volvió a su casa en la madrugada...Pero al llegar a su casa vio lo inesperado, la bomba atómica de su ira, porque de todas las personas él nunca pudo ver la forma en que iba a morir su madre. Ella estaba amarrada a un palo mientras que el fuego la abrazaba y solo se oía los gritos de dolor donde no paraba de pronunciar su nombre, mientras que el pueblo que la rodeaba la acusaba de fanática religiosa por someter a su hijo a tales rituales que se rumoreaban por el pueblo y en ese momento la carne quemada inicio la nueva tormenta....Andie encendió la ira que nunca en su vida había encendido y comenzó a gritar para que la gente dejara de prestarle atención a su madre y empezó a transformarse inmediatamente; sus ojos saltaron inmediatamente de sus cuencas y empezó a chorrear un líquido negro de estas, sus brazos tomaron formas inmensas y tenían venas sobresalientes que resaltaban la fuerza que contenían mientras el resto de su cuerpo se convertía en partes de mitos que en realidad eran demonios...Al fin se mostraba la verdad, era tan horripilante.
Sus pasos hacían temblar el suelo y no paraba de llover sangre, sangre de cerdo, Andie con voz seca y mirada penetrante dijo "sangre de cerdo para más cerdos", él ya había tenido esta visión y no paraba de reír así que se trago a unos cuantos mundanos que gritaban por sus vidas, mientras que los demás absortos en los sucesos que presenciaban veían escurrir la sangre de sus seres queridos...Andie aprovechaba cada mundano para hacerlo sufrir hasta su último segundo de vida pues la rabia que le daba la sociedad por hechos pasados era indescriptible. Eran cerca de las 3 a.m. así que Andie, más conocido por los demonios como Gary invocó a algunos demonios para que disfrutaran aquel momento tanto como él lo hacía, los cuales acudieron cuanto antes...Era todo un festín de demonios, aquella noche nadie se salvaría de la ira de aquel ser invadido por el deseo de la sangre que ahora corría en sus venas.
Al finalizar la noche, Andie recopilo todos los restos de cuerpos y los convirtió en insectos y larvas con los cuales reencarnaría a su madre...Los demás demonios le ayudaron a lograrlo y con ayuda de ellos pudo reencarnarla y crear un señuelo de ella, sin embargo, seguía sin tener vida mas ese poder no le pertenecía a los demonios sino a los dioses, así que Andie con la única meta y con lágrimas en los ojos tomó la decisión de darlo todo por darle vida a aquello que se la había dado a él...Así que decidió negociar con la diosa de la muerte, el trato era que ella le regresaba la vida a cambio de su alma y él aceptó.
Su madre otra vez respiraba pero no era como Andie pensaba. De los ojos de su madre salían gusanos y cucarachas, ya no tenia sentimientos y no recordaba nada. Investigadores la llevaron a un laboratorio para experimentar con ella y tratar de deducir como tal cosa podía vivir, mientras que el alma de Andie ya hacia encerrado en un reloj de bolsillo que colgaba del cuello del infierno.