Una noche lluviosa

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Capitulo 1. Una noche lluviosa.

Eran cerca de las 10:30 pm de un día lluvioso de noviembre, en una calle solitaria se encontraba esteban, un joven delgado de cabello negro y piel blanca, el cual había acabado de salir de una clase de la universidad y se prestaba a esperar el autobús que lo llevaría a su casa a las afueras de la ciudad, estuvo esperando durante aproximadamente 2 horas pero no aparecía el autobús, por lo que se dispuso a caminar en dirección a su casa, únicamente cargando con su mochila y una paraguas para protegerlo de la lluvia, con el fin de tomar un atajo se decidió a seguir un camino poco transitado que atraviesa una zona boscosa que lo separaba de su hogar y el lugar donde se encontraba, el camino no era desconocido para esteban ya que no era la primera vez que lo recorría, una vez dentro del bosque lo único que le hacia compañía eran unos inmensos pinos que cubrían toda la zona, continuó por el pequeño camino, cuando se encontró a la mitad del camino comenzó a escuchar unos sonidos poco comunes en esa área, decidió ir a investigar el origen de los mismos y se dirigió a lo profundo del bosque.

Durante las últimas semanas habían ocurrido algunos asesinatos en las cercanías del bosque pero la policía aun no tenia ninguna pista del culpable, esteban continuó cuidadosamente procurando no hacer mucho ruido, ocultándose tras unos arbustos podía ver claramente el origen de los sonidos, era una joven de unos 16 años de piel blanca y cabello castaño, estaba tirada sobre el suelo arrastrándose lentamente, se encontraba bastante maltratada, esteban se acerco lentamente a ella, la joven tenia muchas heridas en el cuerpo pero sobresalían las marcas en sus brazos, aparentemente estuvo atada y se había lastimado cuando logro liberarse de sus ataduras,

-Ayúdame por favor, antes que el me encuentre-, dijo ella expresando desesperación en su rostro.

-De que hablas, quien te esta buscando y que te a pasado-, dijo esteban.

A la distancia en el bosque se apareció una luz como de una lámpara que parecía acercarse a donde ellos se encontraban.

-Espera aquí que alguien se acerca-, dijo esteban.

-No por favor te lo suplico no me dejes sola-, dijo la joven tomando las manos de esteban con fuerza.

Esteban se alejo antes que la luz llegara, escondiéndose de nuevo entre los arboles y dejando a la joven en el suelo, tras el llego un hombre alto con una lámpara en mano, llevaba un paso como si hubiera sido herido en su pierna derecha.

-Maldita perra lograste llegar lejos pero tu suerte se termina ahora-, dijo el hombre enfurecido.

La pobre joven no podía para de llorar viendo que su pesadilla no había terminado, el hombre lleno de rabia la tomo por un brazo y la llevo jalando hasta un terreno a unos 100 metros de donde la encontró, en el había una cabaña aparentemente abandonada y una camioneta estacionada, esteban los siguió de cerca pero procurando no ser visto.

Una vez dentro del terreno el hombre la arrojo sobre un charco de lodo frente a la cabaña donde había un poste sobre el suelo al que amarro los brazos de ella, la lluvia aumentaba y la joven no paraba de llorar, su cuerpo estaba lleno de lodo y sangre sabia que su final se acercaba, el hombre fue a la camioneta y saco un machete con manchas de lo que parecía ser sangre seca, el corazón de la joven se acelero como nunca en su vida  al ver al hombre acercarse con el arma en su mano.

-Quiero ver como le haces para volver a escaparte sino tienes pies maldita-, dijo el hombre con una sonrisa en su rostro.

Ella grito con más fuerza que le ayudaran, paso a paso se acerco el hombre hasta estar parado frente a ella, le sujeto una pierna, la joven aterrada con la pierna que no le tenían sujetada logro darle una fuerte patada en el rostro.

-Estúpida perra sigues luchando pero eso va cambiar ahora mismo-.

Se levanto el hombre y le propino una serie de golpes y patadas sin piedad, hasta que ella ya no pudo sostenerse y termino en el suelo, respiraba con dificultad pero seguía aun consiente, el hombre continuó, puso una de sus rodillas en el suelo y tomo la pierna de la joven y levanto la arma, el corazón de ella se volvía a acelerar ya no podía hacer nada, en ese justo momento se acerco por atrás esteban cargando un hacha que había tomado de la camioneta momentos antes, le propino un certero golpe al costado del hombre, el quedo tirado en el suelo boca arriba con un inmenso dolor ya que el hacha había quedado incrustada en su costado, la herida era muy grande y la sangre no dejaba de fluir mezclándose con la de la joven.

-Quien mierda eres y de donde apareciste-, grito el tratando de ver el rostro de estaban pero la lluvia sobre su rostro no le dejaba verlo con claridad.

Esteban permanecía ahí frente al hombre inmóvil sin emitir sonido alguno, puso su pie sobre el estomago del hombre, tomo el hacha por el mango y la jalo con fuerza para liberarla, el sujeto grito con fuerza debido al extremo dolor.

-No vas a decir ninguna palabra imbécil, te juro que te buscare y te matare-.

- Y por que crees que tú saldrás vivo de aquí-, dijo esteban en tono burlesco.

En ese momento le propina un fuerte golpe con el filo del hacha sobre la cabeza del hombre, el golpe produce por un momento un silencio en todo el bosque, un momento después el sonido de la lluvia vuelve y el cuerpo sin vida del pobre infeliz queda tendido sobre el suelo, la sangre no para de fluir y se mezcla con el lodo.

Esteban camino hacia la joven, ella seguía aun consiente se arrodillo y la cubrió de la lluvia.

-Muchas gracias por haberme salvado de ese maniático, te estaré eternamente agradecida-, dijo ella con lágrimas en los ojos, su mirada se  volvía a llenar de luz.

Pero no salía ningún sonido de su salvador, el único sonido que había era el de la lluvia.

-¿Que pasa? deberíamos entrar a la cabaña y pedir ayuda-, dijo la joven.

No recibió respuesta alguna de esteban, ella  no sabia que pensar.

-¿Que te sucede?-, pregunto de nuevo sonriendo algo preocupada.

Esteban acerco su mano al rostro maltratado de la joven, aparto el cabello que cubría sus ojos, acaricio su mejilla y le sonrió, ella se sentía mas tranquila y  le devolvió una sonrisa esteban.

-me estaba empezando a preocu...-, ella no pudo terminar su oración debido al agudo dolor que sintió en su pecho, bajo su mirada y vio la mano de esteban sosteniendo una navaja que se encontraba clavada en su cuerpo.

-¿porque lo has hecho?-, dijo la joven con la voz entrecortada y con su rostro lleno de lágrimas y terror.

-¿Que te hiso creer que me interesaba un poco tu patética situación?-, fueron las palabras que salieron de esteban ya no había una sonrisa en su rostro y su mirada era muy fría.

Esa fue la ultima imagen que vio ella antes de desmayarse, esteban dejo caer el cuerpo de golpe al suelo como si se tratase de basura, ya nunca mas volvió a salir sonido alguno de la pobre joven, ambos cuerpos permanecían ahí en el suelo ensangrentados, esteban se cubrió el rostro de la lluvia con su mano por unos segundos.

-Creo que ya es bastante tarde y mañana tendré examen de matemáticas pero antes pasare a comprar algo para cenar, mas vale que limpie un poco este desastre-, dijo esteban cambiando totalmente su mirada.

Una vez término comenzó tranquilamente a caminar, dejando atrás el lugar y volviéndose a adentrar en el bosque, tenía un gesto de satisfacción en su rostro.

En las semanas siguientes fueron descubiertos los cuerpos, el sujeto era sospechoso en la desaparición de varias jóvenes en un poblado a varios kilómetros de ahí, la joven era originaria de ese mismo poblado pero la policía nunca encontró evidencia de quien los había asesinado, los años siguientes los asesinatos continuaron hasta el día en que esteban se graduó y se fue a otra ciudad.

Una mano amigaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora