Así se sentía Katherine a veces:
Sola
Sin nadie
Ella pensaba que eso era solo un cliché y que luego se le pasaría, y era verdad, después de cierto tiempo se le pasaba.
Pero.....
Había momentos como ahora, en los que Katherine se sentía en verdad sola, sentía que no le importaba a nadie y que nadie la quería: tenía a su familia en la misma casa, y miles de amigos conectados, pero ella, en su cuarto, se sentía más sola que nunca.
Sus padres? Su hermana? En sus asuntos, y ella no quería molestar. También estaban sus amigos, pero ninguno respondía su llamado, pero a pesar de eso Katherine nunca les reprochaba nada, no quería molestar. Así se sentía ella siempre, una molestia, sentía que molestaba a su familia y a sus amigos con su sola presencia.
Ella en momentos como esos solo necesitaba una palabra de cariño de su familia o amigos para dejar ese pensamiento atrás, pero ahora no había nadie.... Estaba sola.
Katherine siempre alejaba esos pensamientos diciendo que eran cosas de su edad y que cuando fuera mayor se le pasaría y sería feliz. Pero..... Ese vacío en su pecho siempre que estaba sola también era cosa de su edad? Ese vacío siempre estaba con ella, por momentos grande y por momentos pequeño, pero siempre estaba ahí.
Para Katherine la soledad era su única amiga fiel, siempre estaba con ella en sus peores momentos: Cuando estaba triste, cuando lloraba, cuando le asustaba la oscuridad, cuando se lastimaba.... Cuando estaba sola.
Y Katherine odiaba sentirse sola.
Porque su mente le juega sucio, ella sabe que su familia la quiere y que si le importa a sus amigos, pero su mente, en momentos así, solo la hace recordar los malos ratos, los momentos cuando se siente una basura por pelear con sus padres, por ser insultada por su hermana, por ser invisible para sus amigos.
Y le duele.
Mucho.
Pero Katherine poco puede hacer, solo puede escuchar música y escribir para desahogarse, y mientras lo hace, no puede evitar que las lágrimas se acumule en sus ojos y se deslicen por sus mejillas, Katherine no puede evitar llorar por el dolor y por el vacío en su pecho que crece cada vez más.
A veces....
Katherine también se lastima.
A veces....
Llorar no es suficiente.
A Katherine no le gusta lastimarse con esa pequeña navaja, pero hay algo mágico para ella en sentir ese dolor y ver su sangre salir de sus venas, en ese instante ese vacío en su pecho se deja de sentir, se siente viva, siente que puede soportar un poco más.
Y sonríe.
Pero una sonrisa torcida.
Una sonrisa llena de tristeza y culpa.
Katherine sabe que eso está mal, que el día en que su familia y amigos lo sepan se van a decepcionar de ella, pero no puede evitarlo, es su pequeño secreto, un secreto que la consume hacia la oscuridad, y ella con gusto se deja llevar.
Pero a pesar de todo. Entre:
Lágrimas.
Letras.
Y sangre.
Katherine sigue sintiéndose
Sola.
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Alone
Short StoryUn pequeño relato salido de una noche de pensamientos confusos y sentimientos destrozados.