Prefacio

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Mis ojos empapados en lágrimas, rojos y llenos de dolor, la ira tomo mi alma buscando respuestas. No comprendía por qué tanta angustia y desesperación; el amor es cosa de locos y ahora yo estaba en el mayor de todos los manicomios; el del dolor. Entonces decidí comenzar a escribir mi diario vivir.

Días sin tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora