Mi sexy demonio© [TERMINADA]

Mi sexy Demonio Parte 8

La luz llena la habitación, por alguna razón siento mucho calor. Alexander me esta abrazando y yo estoy recostada en su pecho. No pense que lo volveríamos a hacer, es que realmente no puedo resistirme a el, bueno tampoco es que quiera alejarlo de mi. Me levanto con cuidado de no despertarlo. Me estiro y me siento en la cama, nunca pense que llegaríamos a esto después de ese día.

- ¿Qué tienes? - Alexander me abraza por la espalda y me da un beso en el cuello - ¿Ya quieres levantarte?

- Tu sabes que no puedo pasarme el dio acostada como tu - volteo y le doy un beso - Buenos días

- Buenos días princesa

- ¿Princesa?

- Bueno yo por el momento soy un príncipe

- Pero uno demonio

- Sigue siendo un titulo - me atrae hacia sus brazos - ¿Quieres que te lleve a casa?

- Me gustaría hacer el trabajo que tengo para hoy

- ¿Vas a exorcizar a mas de los míos? Si es así puedo encargarme yo

- No, hoy me ofrecí a cuidar a los niños de unos padres solteros

- ¿Te puedo ayudar?

- No creo que sea necesario - le doy un beso - tranquilo solo son niños

- Si necesitas ayuda llámame.

- Claro - le sonrió radiante y el me responde con una sonrisa

Han pasado mas de tres horas desde que vi a Alexander, aunque debo decir que me alegra ya que me distrae su presencia. Pase a recoger a 5 niños que son hijos de padres solteros, los cinco me pidieron una cita para después pero no puedo corresponderlos ya que ya hay alguien en mi corazón. Los niños a los que cuido son a dos niñas y a tres niños, las niñas se llaman Minerva y Maribel y los niños son Federico, Maximiliano y Ignacio.

- Señorita Gabriela - Maximiliano me saca de mis pensamientos - ¿Podemos jugar en el parque?

- Pregúntale a los demás, si todos están de acuerdo los llevare - le sonrió alegremente y luego va a preguntarles a los demás.

No se que tienen los niños pero siempre me a gustado cuidarlos. Todos los niños corren hacia mi y al unísono dicen que quieren ir al parque.

- Muy bien - tomo a Maximiliano de la mano - todos tómense de las manos y vamos a ir.

Una vez en el parque todos se ponen a jugar a las carreritas, la verdad siento una gran tranquilidad al verlos jugando. Me recuesto contra un árbol y vigilo a los niños, es agradable saber que los padres de estos niños confían en mi para cuidarlos.

- Señorita Gabriela - Federico corre con miedo haca mi - paso algo.

- ¿Te paso algo? ¿Estas lastimado?

- ¡¡¡¡Un demonio!!!! - por el miedo en el grito que emite deduzco que la tranquilidad se ha ido.

- Vamos

Corremos a donde están los demás, Minerva esta en el piso y tiene un rasguño en el brazo.

- ¿Los ataco?

- Trate de ser como usted y ser valiente pero me lastime

- Niños acérquense

Todos se acercan a Minerva y forman un circulo al rededor de ella.

- Flecha sagrada - encajo la flecha en medio de todos los niños para crear un campo de protección que los mantenga seguros.

- No salgan de aqui, la magia que emana esta flecha también te curara minerva solo debes estar tranquila.