The witch love.

Prólogo.

-¿Así es como se supone deberá terminar esto, así es como quieres terminar, al lado de una persona a la cual no amas en lo absoluto?

La chica morena de ojos saltones le mira acongojada. Aún le ama, eso es más que obvio, pero las cosas entre ellos no podrán ser, o almenos, eso es lo que parece.

-¿Quieres estar al lado de él? ¿Quieres compartir el resto de la eternidad a su lado? -Sus ojos comienzan a cristalizarse-. ¿Cuándo te diga que te ama, le mentiras diciéndole que tú lo haces más? -Sus puños se cierran con furia, poniendo sus nudillos cada vez más blancos-. Dime ¿cuando te haga el amor, fingirás que te ha gustado, no sentirás repulsión alguna por tener unas manos desconocidas tocando las extremidades de tu cuerpo?

Los ojos de la susodicha comienzan a derramar lágrimas. Y las cortinas comienzan a moverse con más intensidad. 

-Vete.

Apenas si es un susurro lo que alcanza a pronunciar.

-¿Qué haz dicho?

-Quiero que te largues, ahora.

La mano de la morena es alzada, y la puerta se abre con un golpe fuerte y seco.

-No, no lo haré hasta que me digas que no me amas, hasta que me mires a los ojos y sin apartarlos de los míos ni un segundo, me confirmes que es a él a quién ahora amas, y no a mi. Hasta qué tus labios pronuncien las crueles palabras, esas en donde me dices que nunca signifique nada, hasta que dejes de mentir y fingir, hasta que tu corazón lata regularmente cuando me vea o este cerca de mi.

La chica guarda silencio, lo único audible en esa pequeña habitación, es el constante latido de sus corazones, y de las verdades calladas en el alma.

-Es por eso que los demonios como yo, no se enamoran de brujas como tú.

Y sin más, se va, dejando una parte de su corazón, y llevándose la vida de ella entré sus frías y blancas manos.