Un sábado sobre las ocho de la mañana recibí una llamada de mi madre, diciéndome que me tenía que vestir rápido para ir a buscar a mi nueva mascota- Kira, a la que llevaba esperando toda la vida, en realidad solo 2 meses pero para mí era toda una vida.
Todos los niños desean tener una mascota con la que jugar y entretenerse. Porque aunque algunas personas piensen que es una tontería-lo cual resulta patético- los animales (no sólo los perros) son los mejores amigos del hombre.
Y yo por fin después de haber rogado tanto por un perrito, lo tendría y sería mío. Lo que no sabía es que este nuevo compañero muy pronto pasaría a formar parte de mi familia. De hecho es el miembro más importante en esta pequeña y gran familia.
Le puse de nombre Kira porque me pareció un nombre apropiado para una caniche y era mucho mejor que "princesa"- nombre que mi madre quería ponerle- así que desde ese momento ese sería su nombre y mi casa su nuevo hogar.
Ella y yo hemos vivido muchas cosas juntas y estará en mi corazón por siempre, y jamás será remplazada porque hasta con los nombre más ridículos que le podamos poner mi madre y yo, ella será única e irreemplazable.
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Kira
EspiritualDespués de haber esperado tanto tiempo, tantos años, aquella mañana, sin saberlo, mi vida sería distinta ya que por fin tendría un compañero-en este caso compañera- y estaría conmigo en los momentos más difíciles.
