El Adios Final

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Ha estado raro,
indudablemente sé que se marchará,
lo abrazó fuerte, esperando se pueda quedar esta noche,
quizá note mi desesperación por no poder hacer nada y mínimo decida quedarse hasta la madrugada,
que espere a que yo éste dormida, y ahora sí que emprenda su partida.

se sienta en la orilla de la cama y yo me recuesto a su lado
acaricia mi rostro y sin decir una palabra besa mi cabeza y recuesta la suya sobre la mía,
un gesto de despedida supongo,
ya he vivido ésto antes...
y creo él ya sabe cómo partir,
pero si pudiera hacer que se quedará solo ésta noche... yo, yo sería inmensamente feliz,
me levantaría y prepararía café,
lo esperaría en la cocina medio desnuda con nada más que su camisa cubriendo mi sexo,
prepararía el desayuno, y después... quizá después haríamos el amor,
sabiendo que ya tendría que marcharse, lo haría como nunca y como siempre, con profundo amor,
pero ahora, en ésta cama, teniéndolo a él abrazado a mí no puedo siquiera besarle, se siente inapropiado, raro,
¿es que no se cómo reaccionar, ó que hacer, ó que decir?
solo me quedó inmóvil, dejando que acaricié mi cabello,
soy de las estúpidas que se enamoran, de las que dicen ser valientes aún con el corazón roto,
se que si se marcha no moriré por él,
sí, me dolerá el alma, y quizá me deprima y tardé meses; quizá hasta años en olvidarle, sé que le extrañare como loca día y noche,
que cada canción me lo recordará,
pero no moriré,
y sé que el tampoco morirá,
conoceremos nueva gente,
y sé que volveré a amar, quizá a uno, ó hasta tres...
pero la realidad es que si me dieran la opción de cambiar a mil por él lo haría sin dudar,
lo haría sin pensarlo,
de pronto detengo mi mente descarrilada, no pará de pensar y yo no quiero dormir,
me doy cuenta que ya no ésta acariciando mi cabello, giró mi cabeza y me doy cuenta que se ha quedado dormido,
lo observo detenidamente, éste hombre es el que romperá mi corazón, y quizá nunca lo olvidaré,
le amo con locura y cordura,
irónico sí, él es mi todo y mi nada...
me pongo en pie y el gira tratando de abrazarme pero solo queda recostado de lado abrazando la nada...
quizá así me quedaría yo ésta noche,
hecha un ovillo y llorando su partida,
tomo una decisión, ahorrarnos a ambos el dolor, a él el de irse, y a mí el de quedarme,
seré yo la que me marché,
cojo mi maleta y en silencio empacó mis cosas,
abro la puerta a la oscura y fría noche,
respiró el aire insalubre de motel de paso,
giró mi cabeza para mirarlo una última vez,
ahí está, recostado, el hombre que amo y quizá el amor de mi vida, y solo puedo decir adiós...
caminaré hasta que mi corazón deje de doler, ó hasta que mis pies comiencen a sangrar,
lo que pasé primero...
ahora solo puedo decir hasta otra vida amado mío, una donde tú no seas prohibido, una donde pueda amarte de día también.

Sahori Hernández
©™Versos y Poesía

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