capitulo 4

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La mañana era demasiado fría, tanto que no quería ir al colegio, pero era mi única obligación, sonó la alarma y al instante la apague ya que había despertado como cinco o seis minutos antes me senté sobre mi gran cama y mire hacia ¿un zapato? no lo se pero lograba llamar toda mi atención, me pare de la cómoda cama y la miraba como si ella estuviera llamándome "quédate sobre mi blando colchón" negué con mi cabeza y toma la toalla metiéndome a la ducha.

Después de salir de la ducha me puse mi ahora moderno uniforme. consistía en unos Jeans color azul, la blusa de la preparatoria y un suéter muy grande para mi gusto tenis negros, arregle mi cabello, mas bien mi nido de pájaros dejándolo en unos rulos muy bellos, tome el bolso con mis libros y las llaves de mi coche, baje las escaleras y ahí se encontraba mi madre y mi padre desayunando 

-¡Vaya! despertaste sin mucho esfuerzo- soltó una risita mi madre burlona-

- Buenos días hija -tomaba un sorbo a su café mientras leía atentamente su periódico.-

-buenos días padres -a ambos les di un cálido beso en la mejilla, tome una tostada y salí de la cocina- ¡me voy , los amo!- dicho esto salí y encontré a Max a punto de llamar a mi puerta-

- Buenos días -hizo un saludo con su mano y sonrió al mirarme-

-¿Nos vamos?- hice un saludo mientras me encaminaba a mi auto-

Quedamos en que nos íbamos a estar llevando constantemente una semana en el auto de una y la otra semana en el auto de la otra y asi sucesivamente. Iba manejando e íbamos escuchando la canción de Pumped up kicks, al parecer solo me había gustado esa canción de todas las que escuchaba ella, ambas nos pusimos a cantar como retrasadas mentales hasta que llegamos al bendito (maldito) colegio, bajamos al mismo tiempo riendo a carcajadas y ambas cerramos la puerta de golpe y tome su brazo adentrándonos en las puertas del gran instituto.

Al parecer llegamos primero que todos, ya que cuando entramos al aula estaban todas las luces apagadas, solté su agarre y encendí la luz mirando a todos lados

-¡milagro llegamos temprano! -aplaudió ella haciéndome soltar una carcajada-

-lo se, ¿¡OH POR DIOS QUE ES ESA MIERDA!? -mire a un cucaracha corriendo por todos lados a lo que yo me subí a una silla aterrada mirando el cucaracha-

- JAJAJAJAJAJAJAJA -Max se había echado a reír ante mi acción a lo que hacia que yo me enfadara mas, de pronto el puto cucaracha voló pasando por la cabeza de ella, de inmediato se agacho y yo comencé a reír a carcajadas-

-¡ANDAAAA! jajajajaa todo es tranquilo hasta que el cucaracha vuela! -de pronto volvió a volar e hizo que cayera de espalda asustada, Max se asusto y corrió hacia mi- 

-¿¡estas bien!?- pregunto ella alterada a lo que yo asentí y me coloque detrás de ella-

-¿donde esta esa mierda? -mire a ambos lados y volvió a volar- Max se levanto del lugar y le lanzo un libro haciendo que se estrellara con el rostro del profesor Molina, comencé a reír demasiado fuerte y el profesor nos envió a ambas a dirección-

- ¡A VER SI VAN A REÍRSE ASÍ DELANTE DE LA DIRECTORA, FUERA DE AQUÍ! -nos señalo la puerta y ambas nos fuimos , a mediación de el pasillo estallamos en carcajadas mirándonos a los ojos-

- JAJAJAJA ¡TE PASAS MAX!- lance levemente haciendo que se balanceara-

-jajaja, oye, no fue mi intención golpear al pelón -rió y nos paramos frente a la oficina del director y me miro-

- no quiero entrar- me miraba aterrada, era la primera vez que yo Abril Cameron, hija de un excelente profesor, una alumna maravillosa, pisara la oficina del director y no precisamente para felicitaciones- 

- No tenemos que entrar...-sonrió Max divertida y me tomo de la mano llevándome hacia las canchas- podemos saltarnos estas clases, total ellos no se daran cuenta -comenzamos a caminar ahora lento-

- Nunca había sido una alumna desastre- solté una leve risita mirando a Max que caminaba con los brazos hacia atrás-

- Lo se, eres una alumna ejemplar, pero a veces tienes que romper las reglas, por tu bien -toco mi hombro y sonrió mostrando su dentadura perfecta-

-Tienes razón -salte sobre un charco de agua, haciendo que caigan un poco de gotas sobre su rostro-

¡oyeee! -rió e hizo lo mismo que yo-

Nos la pasamos saltando sobre los charcos de agua, si era pleno octubre y ya empezaban una que otra lluviesilla, por un momento volví a mi infancia, cuando jugaba con aquel chico en el jardín de niños....

¿Enamorada de una chica?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora