Nadie se enamora de Cupido:

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En un pueblo muy pequeño, no muy lejano de la capital, se hablaba sobre la mujer más longeva del país.
120 años aproximadamente sino mal recuerdo, más lucida que cualquiera de ustedes, aún recordaba sus años de juventud.

Mujer de una familia humilde, la más pequeña de siete hermanos, nunca supo escribir ni leer pero era muy buena escuchando, así que se hizo correr la voz de que sin estudios y a corta edad era la mejor terapeuta de parejas.

Un día, al pueblo llegó una pareja de extranjeros(as) recién casados(as), al parecer era un matrimonio arreglado y su convivencia era muy mala desde el primer minuto de ser presentados(as).
Venían a verla a ella, sabían que si las cosas seguían así se iban a divorciar y eso no estaba muy bien visto de donde venían, así que el(la) marido(esposa) decidió hacer algo al respecto, de camino a su primera terapia fueron asaltados(as) y se llevaron su dinero y gran parte de lo que tenían, pidieron con mucha vergüenza alojamiento temporal en la casa de la mujer a cambio de un par de prendas finas que llevan consigo, ella aceptó sin problemas.

La mujer miraba con mucha ilusión los vestidos que tenían. Seda, algodón, colores realmente lindos y desde el marco de la puerta las miraba "el señor elegante"("la dama fina") la mujer en ese momento se dió cuenta del atractivo de esa persona, de la nada las telas y los vestidos no se le hacían tan llamativos como antes.

Algo raro pasaba con ella, algo que nunca antes le había pasado con ningún cliente, estaba tensa cada vez que él(ella) estaba en la misma habitación, casi no hacía contacto visual y las rodillas le temblaban cuando se le acercaba mucho.

Al parecer cupido sabía de amor pero nunca lo había experimentado, tampoco sabía si estaba bien sentirse así por un(a) hombre(mujer) que ya estaba casado(a) pero era infeliz en su matrimonio o si él(ella) también sentía que su corazón se le iba a salir en cualquier momento cuando estaban juntos(as), solo sabía que era algo nuevo para ella y que ojalá nunca terminara.

Al paso del tiempo se empezaron a acercar más, cada vez más, al punto de parecer novios(as), la esposa era solo una piedra en el zapato y parecía no notar lo obvio pero un día los(las) vió besándose bajo un manzano, su primer beso, el primer beso de cupido, beso que no podía ser y que no fue, ya que a la mañana siguiente la joven pareja partió de vuelta a su país sin aviso alguno.

"Manzanas" repetía la anciana mientras la entrevistaba sobre la historia que hoy les cuento "el fruto prohibido, fruta que detesté desde entonces, sabor dulce de la infidelidad, sabor adrenalínico, sabor a peligro, adicción natural, era muy guapo(bella) para ser alguien corriente, su belleza era infinita, diabólica, traumática.
100 años han pasado y aún no logro borrar su rostro de mi mente"

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