ATENCIÓN: EL SIGUIENTE RELATO ES UNA COLABORACIÓN QUE HICE CON MI AMIGO Y COLEGA, YISUS. Hice otra historia en conjunto con él, puedes encontrarla buscando su user y yendo a la obra:
USER: JesusEMarquez
OBRA: Relatos Gay para una mente sana (el relato 8).
AMBAS HISTORIAS SON DE CARÁCTER HOMOSEXUAL Y ERÓTICO, QUEDAS ADVERTIDO/A.
Ahora sí, ¡Disfruta la lectura!
***
Muchos se preguntarán por qué decidí regresar a Fifth Harmony luego de haberla dejado, lo que pasó fue un recuerdo de mi pasado que se había perdido en lo más remoto de mi memoria, era un espacio vacío que siempre sentía, pero ahora puedo recordarlo, ahora puedo saber de qué me había olvidado, muchas personas creen que el inicio de eso que llaman «Camren» fue cuando estuvimos en Fifth Harmony, pero no, no fue así, hay cosas cuyo origen está enterrado en lo más remoto, antes, mucho antes de lo que todo el mundo cree (incluyéndome a mí), es hora de contar esta historia, supongo, que ha llegado el momento de contar cómo Lauren y yo, nos conocimos.
Fue en un viaje, luego de mi primera excursión en lo más alto, a todos los miembros se nos asignó una compañera, la mía fue Lauren Jauregui, se nos fue dicho una serie de cosas, las cuales ella fue memorizando e indicándome sobre lo que haríamos y lo que no, por alguna razón estuve muy despistada desde el primer momento en el que la vi, impidiéndome prestar atención a las indicaciones, Lauren es la mejor definición de perfección que puede haber en el mundo.
—Lo primero —comenzó a indicarme la hermosa chica blanca de pequeños y claros ojos— será escalar, a nosotras nos tocó recorrer este río.
—¡Nunca he cruzado un río! —Ella se rió. Al verla sonreír me quedé como una estúpida mirándola, como si estuviera mirando al cielo personificado, o así lucía verla reírse a carcajadas, deslumbrando con aquella sonrisa.
—Pues te tocará aprender, si quieres te llevo del brazo para que no te lleve la corriente —ella lucía como toda una experta, asentí con la cabeza y comenzamos a caminar juntas, sin tomarnos de la mano, ella sabía qué camino tomaríamos, hacia qué corriente, ella lo sabía todo sobre esta excursión.
—Soy Camila —le dije mirándola con una sonrisa, la cual me correspondió con una mirada bastante tierna.
— Soy Lauren— respondió— luces bastante joven.
— ¡Tengo 16!
— Y yo 17 —respondió con una linda sonrisa— nada mal.
—Tú te ves mucho mayor —refunfuñé, ella por otra parte soltó una disimulada risa elevándose la mano hacia su cara como intentando esconder algo, y ese algo era el ligero rubor en sus mejillas.
—Debes volver locos a los chicos, especialmente a tu novio —desvié la mirada porque... No era así, no he tenido novio, escondí mi rostro, ella acercó su mano a mi mejilla para que la mirara, no... No hagas esto— no me digas que...
—¡Pues sí te lo digo, no me llueven los chicos ni tengo novio!
—Pues ellos no saben lo que se pierden, una chica tan linda como tú, ¿De verdad están tan ciegos los chicos de hoy en día?
—A ti sí deben sobrarte.
—Ni sí ni no, en realidad tengo pretendientes de ambos sexos.
Se notó un leve color rojo en sus mejillas al decir aquellas palabras.
—¡Vaya! Entonces debes tener muchas más opciones de las que yo nunca tendré.
— No, fíjate que aunque son dos géneros, las opciones siguen siendo las mismas posibilidades de cualquier belleza, la sexualidad no es la que te dice cuántos pretendientes puedes tener, lo que lo dice es tu personalidad y/o tu aspecto físico.
— Y tú tienes ambas cosas... — Ella tomó mi mano haciéndome ruborizar cuando me percaté que estábamos cerca del río.
— Tú eres más hermosa de lo que yo nunca seré —me respondió, comenzó a caminar a lo largo del río.
—Lauren —dije su nombre tartamudeando mientras caminábamos en lo angosto de la corriente, la cual era fuerte y no tenía piedad sobre nosotras, la voz me temblaba un poco, al igual que todo mi cuerpo— no me dejes caer— le pedí.
La corriente era un poco fuerte, así que estaba nerviosa de cruzar hacia el otro lado. Era la primera vez que hacía este tipo de cosas a decir verdad, pero si estoy con Lauren, quizá si estoy con ella...
— No te dejaré caer, te lo prometo— me aseguró con un tono de voz que me hizo sentir tranquila al mismo tiempo que apretaba mi brazo, su mano se resbalaba a lo largo de mi brazo con una increíble sutileza hasta que llegó a mi mano.
Mis ojos fueron hasta nuestras ya juntas manos, luego la miré a ella la cual tenía una expresión neutra, yo por otra parte sentía que en cualquier momento estallarían mis mejillas. ¡Dios! Es la primera vez que alguien me toma de las manos, esta chica es muy atrevida, pero no me importaba, todo lo contrario: Me hacía sentir muy bien, me hacía sentir como la dueña del universo entero.
Terminamos de cruzar el río y de inmediato soltó mi mano, ella me indicó que caminaríamos derecho adentrándonos entre un montón de árboles hasta que encontráramos una bandera, al encontrarla esta estaría junto a una trompeta la cual tocaríamos, eso se supone que nos dará una recompensa, pero no especificaron cuál.
Caminamos, conversamos, aprendimos numerosas cosas una sobre la otra, nuestra amistad/relación especial iba creciendo notoriamente con el pasar del tiempo, un momento: ¿El tiempo? Para mí eso ya no existe, se detuvo por completo el minutero. El sonido de los árboles, las conversaciones aleatorias y sus risas hicieron que perdiera la noción del tiempo en un instante. Vi a lo lejos de un momento a otro una bandera con una trompeta, esta era verde por completo, eufórica de la emoción tomé a Lauren de la mano.
—¡La encontré! —exclamé. Ella sonrió al mismo tiempo que aceleré el paso para comenzar a correr, aceleramos hasta que finalmente llegamos hasta donde se ubicaba la bandera verde con la trompeta, solté a Lauren cuando llegamos, ella tomó la trompeta comenzando a tocarla, yo por otra parte tomé la bandera levantándola orgullosa del logro que juntas habíamos obtenido.
Cuando dejó de tocar la trompeta me miró, sus ojos estaban encendidos de aquella adrenalina, de aquella emoción que nos recorrió más que nunca, soltó la trompeta y me miró fijamente, nuestros rostros estuvieron frente a frente mientras nos dábamos una tierna mirada y una sonrisa afectiva, soltamos luego de esa sonrisa varias carcajadas, comenzamos a brincar sujetándonos ambas manos como si fuéramos dos niñas pequeñas que encontraron su juguete favorito, luego nos alejamos y nos devolvimos. Yo llevé la bandera y ella la trompeta, caminamos, nuevamente por la corriente de la mano, pero esta vez sin soltarnos nunca, llegamos hasta donde estaban todas las personas las cuales nos vieron tomadas de las manos, sonriendo y saludando, alcé la bandera verde y ella tocó la trompeta, todos nos aplaudieron emocionados luego de aquello.
Nos dieron un ticket a cada una con todos los datos del lugar. Pasaríamos todo el día de mañana en un Resort que estaría cerrado, pero sólo nosotras en el interior de este, gritamos y nos abrazamos mientras brincábamos, luego de aquello vi que las personas nos daban algunas miradas extrañas.
Ese día transcurrió, fui a casa con mi familia, con los cuales no dejé de hablar ni un solo instante acerca de Lauren, ellos sólo sonreían, era la clase de aura que mis viejas compañeras de secundaria cuando le hablaban a sus padres acerca de sus novios, recordar aquello me hizo avergonzarme a morir, pensé en Lauren hasta quedarme dormida, al despertar en el siguiente día, al arreglarme, en cada momento, incluso al revisar mi ticket pensé en ella. Fue inevitable no acordarme de sus ojos redondos de color verde entre mezclados de marrón claro, o de su sonrisa que parecía brillar como las estrellas del firmamento, sus ondulados cabellos y su lindo perfil facial.
Llegué al lugar exactamente al que decía el ticket que nos habían entregado. Ella estaba esperando justo en la entrada acompañada de sus padres. Vestía un pantalón corto de color beige, una camisa holgada de flores y unos zapatos Vans. Ella me saludó muy eufórica con un abrazo y un beso en mis mejillas. En seguida me sonrojé, pero supe como disimularlo saludando en seguida a lo que parecían ser sus padres. Michael, un señor de contextura gruesa y para nada delgado. Era blanco, como su hija, sus cabellos eran lisos, pero tenía muy pocos y el peinado que traía consigo no le favorecía mucho. Tenía un suéter de jeans claro y un short. Parecía un señor muy amable y cariñoso el cual abrazaba a su hija, como queriendo protegerla. La señora Clara si me pareció un poco apuesta, era igual a su hija. Tenía el cabello más claro que los otros dos, ella si era un poco más delgada, ella sostenía un bolso y a su hija le colgaba otro de la espalda. Luego de unos minutos presentamos la entrada para el Resort y en seguida no hicieron pasar. Antes de eso firmamos unos papeles los cuales eran insignificantes para mí.
Las instalaciones eran completamente lujosas, el piso de porcelana brillaba e incluso se podía ver nuestro reflejo en él, las paredes estaban pintadas de un color carmesí claro decorado con algunas flores en porrones y muchas personas paseándose de aquí para allá. Sus padres solo vinieron a acompañarla hasta que ella entrara, puesto que el pase era solo para dos personas. Primero nos pusieron un brazalete de color naranja luminoso y nos llevaron al quinto piso donde estaba nuestra habitación: un especio muy amplio, con paredes de color turquesa, una sala de estar mediana, un baño muy amplio (como para dos personas o más), dos camas extra grandes y, casi en la entrada, había un gran ventanal que daba vista a la playa que había visto en el camino hacia acá. Mi rostro de alegría fue inevitable dejarlo salir a flote cuando nos dijeron que teníamos acceso a todo lo que en aquel lugar había. En seguida que la camarera salió yo solté un gran chillido y di varios saltos de la emoción.
—Parece que estas muy emocionada —dijo ella después de verme hacer aquello.
—¿Y quién no podría estarlo? Es un lugar muy hermoso —le dije en una sonrisa—. ¿Qué piensas hacer?
Ella no parecía muy emocionada, pero si tenía esa característica sonrisa que desde ayer conocía.
—Quizás me quedaré un rato a descansar y luego iría un rato a afuera.
—¿Descansar? —le dije viéndola a los ojos—. ¿Acaso no estás viendo todo lo que tenemos a nuestro al rededor?
—Sí, lo sé. Pero lo de ayer me dejó un poquito cansada, no me vendría mal un masaje —soltó su bolso el cual cayó sobre la cama y luego ella se echó hacia un lado y también dejo caer su cuerpo haciendo que al caer sobre el colchón este sonara fuertemente.
Desaté el bolso que guindaba de mi espalda y lo puse en la otra cama. Ella empezó a estirar los brazos y estando sentada en la cama.
—Lauren —dije interrumpiéndola—, ¿por qué no vamos un rato por ahí? —me levanté de un tirón de la cama y me quedé viéndola fijamente—. Tenemos todo este día para nosotras y estamos en uno de los Resort más lujosos que pudiera llegar a conocer. ¿Esperas quedarte solo ahí?
Ella dejó escapar una sonrisilla, levantó la mirada y me tomó del brazo.
—Tienes razón, vayamos por ahí a divertirnos.
Sus ánimos subieron un poquito más al levantarse de la cama y mi sonrisa se creció aún más. Salimos de la habitación y empezamos a dar un recorrido por las instalaciones. Al principio no lo había notado, pero después de varias subidas y bajadas en el ascensor es que noté que su brazo estaba entrelazado al mío. Esta sensación la apreciaba tan bien, como una felicidad que iba creciendo dentro y me daba leves cosquilleos en mí. Ella era tan afectuosa que todo lo que hacía me parecía perfecto, desde su manera de actuar hasta sus movimientos al caminar son tan delicados y muy sutiles. Definitivamente no entendía como alguien tan carismática como ella no podría tener a ese alguien tan especial...
Al cabo de unos minutos llegamos hasta el bar que ahí estaba. Un lugar muy alejado de todas las habitaciones. Estaba un poco vacío, pero si habían algunas personas. Ella entró primero y al ver que yo no hacía caso a que la siguiera me tomó de la mano y me arrastró para que terminara de entrar.
—¿Alguna vez has tomado algo? —me preguntó mientras nos acercábamos a la barra.
—¿El refresco, el jugo o el agua cuenta como haber tomado algo, verdad?
Ambas nos quedamos viendo y soltamos las risas a carcajadas que se escuchó por todo el lugar. Fue inevitable en ese momento recibir todas las miradas fulminadoras de lo que ahí estaban. Uno de los empleados del bar nos miró fijamente e hizo que ambas solo bajáramos el nivel de las risas.
—¿Qué desean de tomar? —dijo el Barman. En su mano estaba una pequeña copa, su mirada estaba fija en nosotras y una sonrisa pícara se le notaba en el rostro—. ¿O son menores de edad?
Enseguida recordé que no podíamos consumir nada de alcohol. Apenas éramos unas adolescentes. Si alguien nos viera tomando podrían sacarnos de aquí y quizás llamaría a nuestros padres. No escuché el nombre de la bebida que Lauren pidió, pero enseguida vi al muchacho buscar dos copas y servir un líquido de color marrón y casi amarillo. Mientras él iba sirviéndola yo solo la veía a ella. Mi mirada la recorría desde sus cabellos, recorriendo cada lado de su piel hasta llegar a su cintura. Mi mirada se frenaba ahí siempre, no podía bajar más, luego la subía y me iba nuevamente a sus ojos. Mis ojos coloreaban cada lugar de ella. La vi tomar el la vaso de virio y unirlo a sus delicados labios. Volteó a verme, como quien me invita a hacerlo al mismo tiempo. Yo le sigo el juego y hago lo mismo que ella. Al posar le frío material de la copa me imagino nuestros labios juntos. Nunca supe por qué imaginé eso en ese momento, ni siquiera nos estábamos besando, solo eran las copas sobre nuestros labios y yo ya estaba imaginando cosas que no debía. Ambas empinamos la bebida al mismo tiempo, el sabor del oscuro líquido penetró entre mis labios y pude sentir lo áspero, seco y agrío que era. Al mismo tiempo se podía sentir que era dulce o tal vez salado, también un poco de amargo y acido. Fue raro beber ese primer trago que no duró mucho. Al pasar por mi garganta fue como haber bebido fuego. Mi mente se mareó por un corto tiempo, si no me hubiera agarrado del asiento seguro ya estuviera tendida sobre el suelo.
Lauren volvió a soltar las carcajadas como cuando le dije lo de hace rato.
—¿En serio es tu primera vez bebiendo? —dice ella dejando el vaso sobre la barra.
—Si —dije aclarando la voz un poco—. Estaba muy fuerte.
Ella volvió a reírse una vez más.
—No exageres.
—¡Es cierto, Lauren! —dije quejándome—. ¿En serio, cómo puede tomar este tipo de cosas?
—Has silencio —dijo shusheandome y aguantando para no soltar las risas que venía aguantando—. Cualquiera que te oiga podría decir que nunca hemos tomado.
—Bueno... Yo nunca he tomado, esta es mi primera vez.
Me miró con ojos bien abiertos y luego se echó a reír. Ella terminó de tomar su copa mientras yo todavía llevaba la mitad. El sabor amargo ya se me había quedado intuido en mi garganta y no soportaba el hecho de volver a beber esto más, además de que mi mirada se distorsionaba con el pasar de los minutos.
—Termina de tomarte ese y nos vamos.
Ella clavó sus ojos en mí esperando que me terminara todo, pero yo pasé. Decidí dejar la bebida dentro de la copa y no en mi boca, primero porque el sabor no lo toleraba y segundo porque en mi estómago sentía algo que se movía y eso no era normal.
Luego de darme por vencida al alcohol decidimos salir de ahí antes de que cualquiera nos pillara. Los primeros pasos fueron catastróficos para mí, sentí mi cabeza dar numerosas vueltas durante cinco segundos. Los segundos más largos de mi vida. Sentí que todo a mí alrededor se movía salvajemente y al mismo tiempo, las paredes temblaban, el piso era arena movediza, mis piernas estaban débiles y el peso sobre mí juraría que era el triple. En seguida tomé a Lauren de la mano para no caer en aquel momento, a medida que iba dando pasos me iba acostumbrando. Ella solo se reía y disfrutaba de aquello. Estaba bien, solo que estaba un tanto mareada. Caminamos nuevamente de vuelta por los corredores del Resort mientras ella arrastraba de mi cuerpo afectado.
—Lauren... —musité empujando las palabras—. Creo que deberíamos ir a la habi... —Mis palabras fueron completamente inútiles, porque ella expresó con toda emoción un "No puede ser, una sala de Bowling" con tan entusiasmada voz e ignoró cada palabra de mi frase.
Su mano volvió a tirar de la mía arrastrándome por todo el lugar. Lauren parecía estar completamente feliz. Nos dirigimos a la sala de Bowling y ahí nos quedamos por hartas horas. Ella parecía jugarlo perfectamente, a cada momento hacía Strikes. Nos mantuvimos jugando y divirtiéndonos las dos, sino fuera por las clases que mi padre me dio de este deporte ya estuviera derrotada por Lauren. Los momentos junto a ella fueron muy épicos, supe cómo divertirme y pasarla bien mientras juntas nos reíamos y bailábamos en cada receso que nos dábamos. Terminamos saliendo de ahí cuando ya la tarde empezaba a aparecerse. Nos devolvimos a la habitación. Yo saqué las llaves y entramos como si nos hubieran dado una dosis de la droga más fuerte.
A los minutos llegó el chico llamando a nuestra puerta. Era un trabajador de aquí.
—¿Lauren Jauregui y Camila Cabello? —preguntó al yo abrirle la puerta. Solo contesté un sí con la cabeza—. Esto es de ustedes —dijo mientras señalaba un carrito que traía unas bandejas tapadas—. No sé por qué no preguntaron antes a ustedes...
—¡G-Gracias! —gritó Lauren mientras se acercaba a la puerta.
—Hay para ambas. Como son invitadas especiales, su comida también es especial —dijo como queriendo hacernos reír. Solté unas risas un tanto forzadas y Lauren al ver lo que yo hacía también me siguió la corriente—. Me dijeron que eran jóvenes, por eso les traje este tipo de comida.
—Muchas gracias, señor —le dije aumentándole la edad. Estaba nervioso de entregar la comida, pareciera que fuera su primera vez en el trabajo o quizás era así de distraído y nervioso.
A los minutos él se marchó y nos dejó solas en la recamara.
—¿Qué habrán traído? —le pregunto.
—No sé... Preferiría comer pizza o algo diferente.
—Y creo que leyeron tu mente —Al abrir las bandejas encontré hamburguesas, papas fritas y una que otra cosa—. Dijeron que éramos jóvenes y trajeron comida para jóvenes.
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Mi Recuerdo Perdido [CAMREN] Ft. @JesusE.Marquez
Short StoryEn una realidad alternativa en la que Camila regresa a Fifth Harmony, ¿Por qué decidió regresar? Este es un One Shot 7 Fanfic de género lésbico, si no te gusta: No leas. Pásate por su cuenta: @JesusE.marquez