Capítulo 8

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Liam.

- Yo quiero decirte que... "te amo" - mas esa última frase en mis labios expiró, no tengo la valentía suficiente ¿En qué estaba pensando? ¿Qué me correspondería si yo me declaraba? Por favor Liam deja de hacerte ilusiones, eso nunca pasará. Mi visión comenzó a nublarse, no lloraría, no me lo permitiría, porque estaba frente al amor de mi vida, al menos no seas cobarde en algo y aguántate.

- ¿Liam? ¿Qué te pasa amigo? ¿Estás bien? - Zayn se me acercó y puso su mano sobre mi hombro mientras intentaba buscar mi mirada - ¡Liam! por favor respóndeme me estas asustando.

- Za...Za... - ¿Cuánto tiempo más resistiría? sentía que se aproximaba el llanto, no quería, no podía ¿Por qué mejor no desaparezco? Así les haría un favor a todos.

- ¡Hey! ¡Zayn! ¡Liam! ¿Qué tal? - sentí que alguien se aproximaba rápidamente, Zayn se distrajo un momento y volteó a verlo, yo aproveché eso para poder escapar y corrí con dirección desconocida, cualquier lugar era mejor que estar ahí.

- ¡Liam! ¿Oye a dónde vas? - lo escuché llamarme y por más que deseaba girarme y verlo, no debía, necesitaba darme un respiro, desahogarme, me duele esto que siento, soy un cobarde... un cobarde que nunca podrá decirte lo que siente por ti Zayn, no merezco estar enamorado de un chico tan perfecto como tú, me odio.

Ya me encontraba a una distancia prudente de Zayn, necesitaba esconderme un tiempo para tranquilizarme, pues el llanto no tardaría en llegar, ya luego me iría a la enfermería e inventaría una excusa para irme, no soportaba estar más aquí; además, me podía volver a encontrar con Zayn y seguro me preguntaría el por qué me había ido así. Decidí entrar a los servicios higiénicos, abrí el grifo y con mis manos me eché agua en el rostro, respiré profundamente y me miré al espejo, mi mirada denotaba una tristeza única, me sentía un completo tonto no tengo las agallas para verlo a los ojos, solo soy un chico que se esconde tras unas notas llenas de amor ¿Pero de qué sirve? Si Zayn nunca sabrá quién es el dueño de estas y tampoco que él es quién robó mi corazón. Era mejor irme de una vez a mi casa, quería descansar y tal vez llame a Harry para conversar, él siempre sabe que decir, soy tan afortunado de tenerlo como amigo. Sin más preámbulos salí del baño rumbo a la enfermería, entre más rápido salga de aquí mejor.

Zayn.

- ¡Genial Niall! Tú siempre llegando en el momento oportuno - maté a mi amigo con la mirada.

- Lo siento, no sabía que estaban hablando de algo importante.

- La verdad nunca sabré si lo que me quería decir era importante, aunque juzgando por su actitud lo más seguro es que sí - la verdad estaba muy preocupado por la reacción de Liam ¿Tan malo era lo que me iba a decir? Pensé en ir por él, pero quizás necesitaba su espacio por eso desistí ante esa idea.

- ¿Sabes? Liam ha estado muy raro, sé que no lo conozco tan bien, pero creo que es muy obvio por su comportamiento.

- Lo sé, creo que hablaré con él más tarde, es mejor darle un tiempo a solas.

- Tienes razón y enserio lo siento Z - Niall hizo un puchero, no pude resistirme y le sonreí, mi rubio amigo a veces sabía cómo ser extremadamente tierno.

- No te preocupes Ni, mejor nos vamos yendo a clases.

- Ok, espero que Liam esté mejor.

- Yo también lo espero.

Ambos nos dirigimos al salón que nos tocaba, yo no podía dejar de pensar en Liam, cuando vi sus ojos noté miedo, ganas de llorar y sinceramente la imagen de mi amigo sufriendo me rompía el alma, sé que nuestra amistad no es de mucho tiempo pero ha sabido ganarse mi confianza; además, veo en él a alguien que debo proteger o mejor dicho quiero proteger. Aunque estuviera con la angustia de no saber de él, solo me quedaba esperar hasta la hora de receso para buscarlo y hablar sobre lo que pasó hace unos momentos.

Admirador secreto - ZiamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora