Extrañar es lindo. Hasta cierto punto. Es lindo en la medida en que te das cuenta que alguien falta y lo necesitas.
Hasta que punto en nombre del amor es sano la necesidad permanente. Hay una pequeña línea entre extrañar o añorar. Todo lo que se añora debe extrañarse, pero no todo lo que se extraña se añora.
Extrañar un amor a distancia es una falta constante proporcional a la certeza de que estas bien cuando no o estas.
Porque eres alma y cuerpo.Cuando uno de los dos no se alimenta va consumiendo al otro, hasta desalmarlo o inmutarlo. Una mitad de ti niegas. Pero no comprendes porque te confías que el alma ama eternamente, no se desintegra.
Cuando el cuerpo reacciona a la añoranza entra un pánico asfixiante, se te olvida como se escuchaba su voz, como era su olor... Al pasar el tiempo, extrañar se vuelve habitual y deja de ser extraño.
