Para Gea la vida ha sido solo una penumbra gris. Sin esperanzas,ni deseos felices solo algo pasajero.
Gea Castel. De 17 años
Hija adoptiva de una pareja de padres estériles. La adoptaron el 17 de noviembre del año 2003. En el orfanato si tenían su fecha de nacimiento,pero decidieron que esa seria la fecha para celebrar su llegada.Gea,tenía unos problemas de auto estima algo graves. Los tenia por que los chicos siempre la molestaban por el color de sus ojos. Gea tenía heterocromia. Una anomalía que hacia que sus ojos fueran de distinto color. En este caso su ojo izquierdo era celeste y el derecho verde grisáceo. Una hermosa combinación.
Como ella se avergonzaba del color de ambos ojos,se compro lentes de contacto de color marrón oscuro.
Además de sus ojos,también se burlaba de que era adoptada. Alguien le contó a todo mundo que Gea era adoptada. Eso fue destruyendo el débil amor propio de la chica.
A sus quince años conoció a un chico. El era algo... Alocado. Tenia varios gustos bastante peculiares. Le gustaba mezclar todo tipo de postre o bebida con pizza. Los padres de Gea,creían que seria el quien sacara dulces sonrisas y buenos recuerdos a su hija.
Pues no fue así. El peculiar chico murió dos meses después de pedir ser novio de la muchachita. Kaeden Scott,era el nombre del chico. Para Gea,fue un golpe terrible y tan bajo. El primer chico den que se enamoro y el primero que la hizo feliz, se había ido para siempre. Ella no volvería a escuchar como la llamaba “Su dulce pizza” patético,pero era el primer apodo dulce y tierno que le había dicho un chico.Desde que Kaeden murió no volvió a sonreír.
Eso paso hace ya 2 años, pero aun se sentía como si hubiera sido ayer mismo cuando los padres del chico la invitaron a la vela de su cuerpo.
Kaeden Scott,siempre estará tatuado en su corazón con fuego.
••
•
A Gea no le sorprendía que otro chico nuevo le llevara a la enfermería por sus cortes en las muñecas. Cada que llegaba alguien eso hacían. Le hablaban,la llevaban y luego se iban y no volvía a saber de ellos. Era como una rutina. Nuevos que se quieren sentir heroicos y terminan como solo uno más en la lista.
Nathaniel le había pedido hablar con ella. ¿Para que sera?
Seguro y me dará un gran sermón de por que no debo cortarme y todas las cosas esas
Pensó Gea,pero aun así le intrigaba que tenía para decir el castaño de ojos verdes.Unas clases mas tarde Gea estaba sentada en aquella banca donde Nathaniel la encontró.
Tenia en los bordes pequeñas machitas de sangre seca. Que obviamente pertenecían a Gea.Nathaniel llegó a ella con una sonrisa en la cara que poco a poco se fue desapareciendo hasta dejar una linea recta inexpresiva.
-Hola Gea-saludo Nathaniel
Gea solo lo miró y se corrió a un lado.- Oye,no te conozco tanto Cómo para sermonearte como me gustaría. Así que quiero que nos conozcamos,seamos amigos. ¿Te parece?- preguntó este. Nathaniel tenia esperanzas de que ella aceptara. Y si no lo hacia,el no se rendiría hasta ayudarla.
-Como quieras- respondió Gea sin la mínima importancia del asunto. Sabia perfectamente como terminaría la historia. Dos a lo máximo cuatro días después ya no se hablarían.
Nathaniel,impresionado por la nula importancia que presentaba Gea,sonrió.
-Bien. Este es mi número- Nathaniel le entrego a Gea un papel con unos números escritos en el - Avisame cuando quieras y puedas hablar. Pero lo haces,bien. - Gea,quien había mantenido la cabeza baja,la alzó volviendo a ver al castaño -Me tengo que ir. Nos vemos Gea.
Nathaniel se levantó de su asiento y se acercó a la cabeza de Gea y depósito un suave beso en ella. Y luego se marchó a paso rápido.
Gea se congeló en el momento. Solo un chico había hecho eso en toda su vida.Kaeden. La herida seguía abierta para ella. Y ese extrovertido castaño la hizo mas profunda.
«Chico de alma rosa ¿que piensas hacerme?»
Hola,que tal?
Matenme si
Pero hay cap.Los quiero
Anne♥
ESTÁS LEYENDO
PINK SOUL
Teen FictionNathaniel Rose. Un chico dulce,tierno,infantil. Un chico que vive en un mundo de color rosa. Gea Castel. Una chica muy fria,seria y un tanto depresiva. Una chica que vive en un mundo gris. Nathaniel quiere convencer a Gea de que el mundo y la vida...