Capítulo Único

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Realmente no sé como escribir esto pero tengo que hacerlo por mi propio bien, no quiero irme sin decirles algo.

Realmente les quiero dar las gracias a todos, así como también quiero disculparme por ser tan egoísta y adelantar las cosas.

Recuerdo mi cumpleaños número 14, fue el último que festejé solo con mamma, porque cuando cumplí 15 años ya tenía amigos, mis primeros amigos.

Recuerdo a la perfección el día que apareció un pequeño bebé de traje y sombrero para convertirme en alguien decente, también recuerdo el día que conocí a mi mano derecha y primer mejor amigo, y cuando mi mano izquierda se unió a nuestro juego de la mafia porque "le pareció divertido", aunque yo supe desde el primer momento que su motivo principal era acercarse a Hayato.

Recuerdo mi confesión fallida a Kyoko y el golpe que me dio su hermano en el futuro por involucrarla en este mundo. La aparición de Haru fue un poco rara pero le agradezco por escucharme cuando más lo necesitaba, a pesar de sus sentimientos hacia mi.

El secuestro de Fuuta, a quien considero mi pequeño hermano, fue el comienzo de una extraña relación con mi guardián de la niebla y sus seguidores (los chicos de Kokuyo). Nagi, aunque en ese tiempo la llamaba Chrome, apareció para la batalla contra Varia como mi segunda niebla (y la más simpática, por cierto) y llegué a tenerle un gran aprecio, como si fuera mi hermanita menor.

"Varia es un grupo de asesinos desalmados" pensé cuando los vi por primera vez, pero luego me di cuenta de que no era cierto. Xanxus (mi querido primo, aunque él no lo acepte en voz alta) fue el enemigo que necesitaba para entender que debía ser más fuerte si quería proteger a mi familia.

Llegué a perdonar a todos los que le hicieron daño a mi famiglia, desde Kokuyo hasta Checker Face, pasando por Varia, Millefiore, Simon, Daemon y Vindice.

Mi auto-proclamado hermano mayor, Dino, me ayudó a soportar a Reborn (o al menos apareció para llevarse la mitad de los golpes) y se convirtió en mi ejemplo a seguir como jefe (cuando estaban sus subordinados cerca, claro).

Hablando de hermanos, aún recuerdo cuando aparecieron Lambo e I-Pin, el primero para matar a Reborn y la segunda porque me confundió con su objetivo (que locura ¿no?).

Después de la batalla del arcoiris, Reborn me convirtió en un buen jefe (obligándome a punta de pistola a aceptar el puesto como Décimo Vongola), y tiempo más tarde apareció Iemitsu para casarme con una chica que yo ni siquiera conocía. Reborn, en un extraño acto de bondad, intervino por mi y me adoptó, con el consentimiento de mamma, claro.

Meses más tarde de eso, el abuelo (Nono) insistió en casarme con alguien que yo amara y terminé confesándome a Kyoya, quien, para mi extrema felicidad, aceptó.

Recuerdo nuestra boda, que fue la detonante para las bodas de los demás. También recuerdo que Byakuran sobornó a Mukuro para hacer pública su relación al igual que Fon con Viper. Y que la boda múltiple que decidieron hacer Hayato y Takeshi, junto a M.M y Chikusa, Nagi y Ken, Ryohei y Hana, y Kyoko y Haru fue una gran locura (que causó demasiado papeleo, para mi mala suerte).

Uno de mis momentos más felices fue cuando me enteré de mi embarazo con Kyoya, y uno de los más tristes fue la muerte del bebé antes de que naciera (aún recuerdo la tortura que le hicieron al jefe de la famiglia enemiga).

El nacimiento de la pequeña Tsuki, dos años después de la muerte del primer bebé, fue la alegría de todo el bajo mundo (no sabía que Vongola tenía tanta influencia en ese momento). Sin embargo, la muerte de mamma (cuando Tsuki tenía 16 años) hizo que yo cayera en depresión y enfermara.

Para cuando mejoré, descubrieron que tenía una enfermedad terminal que me iría matando poco a poco. Realmente no quería abandonarlos pero, ahora que Tsuki tomó el mando de Vongola, creo que es tiempo de despedirme.

Sé que todavía puedo vivir un poco más gracias a los medicamentos y las llamas del Sol, pero eso solo sería alargar el sufrimiento.

Ya viví lo suficiente (43 años es mucho aunque siga aparentando 25 ¿no?), creo que ya es hora de que vea a mamma otra vez.

Y solo para que lo sepan, hablé con Giotto antes de escribir esto, me dijo que mi voluntad quedaría en el anillo como con los otros jefes, pero yo no saldré por más que me llamen ¿qué sentido tendría irme si me van a llamar a través de un anillo?.

Por cierto, como papà me entrenó para ser un buen jefe, daré una última orden antes de irme:

Les prohíbo seguirme aún, quiero que vivan y conozcan a todas las generaciones que puedan, así después pueden contarme todo lo que vivieron en mi ausencia.

Sin más que decir, gracias y adiós chicos.

Atte: Sawada Tsunayoshi, Décimo Vongola.

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El llanto y las lágrimas llenaron la habitación que se hundió en un triste silencio, los presentes intentaban asimilar las palabras anteriormente leídas por Reborn mientras observaban la sonrisa en el cuerpo del castaño que yacía acostado en la cama de su habitación.

Su jefe, padre, amigo, hermano, hijo o pareja había dejado este mundo con una sonrisa en el rostro y una carta de despedida en sus manos.

Todo el bajo mundo lloró la pérdida del ángel de cabello castaño, porque, a pesar de saber que algún día iba a suceder, nadie deseaba que fuera tan pronto.

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Fin

Gracias & AdiósDonde viven las historias. Descúbrelo ahora