Dar para tener.

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Era un día normal como cualquier otro, me arreglé para la escuela, hacia frío, así que me puse mi abrigo negro, unas botas, y un pantalón de mezclilla negra, calenté café, lo puse en un termo, agarré mis cosas y fui a la habilitación de mi mamá para avisarle que ya me iba.

Cuando salí había mucha neblina, los árboles que estaban cerca de mi casa brillaban con la luz del amanecer, el día estaba perfecto, como me gustan; nublados, fríos... algo tétricos. Si, todo iba de maravilla, hasta que apareció James... James era el chico popular de mi escuela, con una gran belleza, pero con un cerebro totalmente hueco, una persona vacía.

-Hoy llegaste temprano, Alice. -Dijo James-

-Como siempre, James.

-Te he estado observando de cerca, mi hermosa conejillo de indias.

-Si, lo sé, noto cuando me sigues cada mañana hasta el colegio, no eres nada discreto.

-Pobre de mi hermosa conejillo de indias, te has de sentir sumamente en peligro por mi presencia ¿cierto?

*Lo volteo a ver con burla y no aguanta sacar una gran carcajada*

-Tu presencia es igual que la presencia de una mosca, James.

En eso aparece Katherine, mi mejor amiga, que al igual que yo, suelta una gran carcajada.

-¡James!¿Cuando entenderás que Alice no quiere nada contigo? Para ella eres basura.

 *James voltea ver a Katherine, soltando encima de ella una mirada de odio, y solo dice:

-Cuando no este tu amiga, hablamos.

Katherine es una chica sumamente inteligente y culta. Es bonita; tiene cabello largo, ondulado y negro, de piel morena, ojos grandes café claro delgada y alta. Aunque aveces puede ser muy hiriente y "mala".

-Como lo odio -Dijo Katherine-

-Si, lo sé, es muy molesto.

-¿Molesto?, Es peor que una plaga de ratas en tu casa.

-De hecho, existen exterminadores de ratas, pero no existen exterminadores de 'James'.

*Katherine suelta otra carcajada, mientras caminábamos a la puerta de la entrada del colegio*

-En fin, ya paso. Estoy muy ansiosa de ver quien ganó el concurso de arte. -Dijo Katherine-

-Igual yo...

Cuando llegamos a la entrada del colegio y subimos las escaleras, dirección a nuestro salón de clases, entramos y unas compañeras llegan a darme una gran sorpresa, algo que en verdad no esperaba. Gané el concurso de arte abstracto; este consistía en crear una pintura abstracta, el premio que ganabas era una beca para estudiar artes en Irlanda (Kilkenny).

-¡POR DIOS, GANASTE! -Grito Katherine , con alegría pero a la vez melancolía-

-Gané... No puedo creerlo...

En verdad no podría creer que había ganado... Mas que el premio, era un asunto personal con Kilkenny... En ese lugar había muerto mi padre, una extraña muerte, tenia que investigar a fondo lo que le había pasado, y esta era la oportunidad. Obviamente igual estaba feliz de haber ganado esa beca, el arte era parte de mi, era un sueño hecho realidad... Pero lo que verdaderamente me impulso era la muerte de mi padre.

En eso llegaron los sujetos que promocionaron ese concurso, y me llevaron con ellos para explicarme todo lo que tenia que hacer; cuando recoger el boleto de avión, donde estaría exactamente mi nueva escuela, etc. Me dijeron que me iría la próxima semana.

Era demasiado pronto... Estaba emocionada... Feliz... Pero igual triste y nerviosa, de dejar todo lo conocido, de dejar a mi madre y amigos, cuando salí de la oficina, me quede parada en el pasillo, me perdí en mis pensamientos, en eso sentí una mano en mi hombro y mire hacia arriba, era Katherine, y otros amigos...

-Muchas felicidades... -Dijo Katherine, con una expresión triste en su rostro, al igual que mis demás amigos-

Obviamente estaban igual que yo, felices por mi, pero a la ves triste porque me iría. No quería dejarlos, pero era algo que tenia que hacer... Me imagine la cara de mi madre de emoción, pero la tristeza en su corazón, y no pude evitar que mi vista se empezara a nublar. Katherine me abrazo y me dijo:

-¡Te daremos la mejor semana de tu vida! Así jamás nos olvidaras.

-Jamás los podría olvidar.. *Dije con un nudo en la garganta*

 Salimos del colegio, siempre nos íbamos juntas Kat y yo, ya que nuestras casas quedaban de paso. Ella llegaba primero, ya que su casa estaba antes que la mía, nos despedimos y seguí mi camino.

Era de noche, había neblina y hacia frío, parecía escenario de una película de terror. De repente vi unas luces muy raras que se dirigían a una de las casas abandonadas que estaban cerca de un parque, una casa en especifico, donde jugaba de pequeña... ¿Por que esa casa?, las seguí, pero cuando entre, desaparecieron.

Volví a mi camio anterior, caminaba hacia mi casa, pero no podía dejar de pensar que eran esas luces, cuando de repente ya estaba en a entrada de mi casa sin darme cuenta.

Entré, y en eso veo a mi madre sentada en el sofá de la sala.

-Te estaba esperando, mi niña -Dijo mi madre, de una forma algo extraña-

-¿Estas bien mamá...?

-Me llamaron de la escuela.. Mi niña, muchas felicidades, siempre supe que harías cosas grandes. *Con lágrimas rodando por sus blancas mejillas*

No pude evitar llorar, otra vez, odio las despedidas...

-Pero mamá.. Por favor no llores.. *la abracé y limpié las lagrimas de sus ojos*

Esa noche fue una de las mas inolvidables de mi vida... Nos acostamos en el sofá a ver películas, comer dulces y palomitas, hasta quedarnos dormidas.. Yo recostada en su hombro y ella sobre mi cabeza.. Como antes lo hacíamos, pero esta ves.. Esta ves fue mas especial aun, ya que sabia que no volvería a pasar en mucho tiempo, a tal ves nunca...

A la mañana siguiente, llego Kat y mis demás a amigos para darme una sorpresa.

-Kat, ¿que haces tan temprano por acá? -Pregunte con intriga-

-Hoy comienza la mejor semana de tu vida, tonta, por eso estamos aquí, te lo dije. Así que arréglate y vayámonos.

No quería dejar a mi madre, pero me dijo que fuera, que era la última ves que los vería en años, así que me bañé y me arregle y me fui. 

 Así fue casi toda la semana, cumplieron lo que habían dicho, una de las mejores semanas de mi vida, me llevaron a mis museos, restaurantes, parques, y lugares favoritos.

 Pasaron los días... Y solo faltaban dos para irme, los cuales me quede con mi madre..

Cada noche no podía dejar de pensar que me iría muy lejos sola, en las luces de aquella noche, y muchas cosas mas, mi mente estaba a punto de explotar, todas esas noches era así.. hasta que me quedaba dormida. Lo único que faltaba, era esperar el "frabulloso día".













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