Como nació el amor de Rose y Scorpius

Capitulo 8: Conociéndonos y ¡James déjalo en paz!

Narra Rose

-Estaba frente a ese niño, por alguna razón no podía o no quería quitar la vista de sus ojos color gris. Cuando siento que alguien me agarra de la muñeca, quito la vista del niño y me doy cuenta que quien me tenía la muñeca agarrada era mi padre Ron Weasley, me mira con una cara extraña.

-Hija, cuidado esta temblando, vamos – me dijo mi padre- pero que rayos paso aquí, oh gracias a Dios ya paro de temblar, vamos entra al tren pronto.

-¿Cuál temblor?- me pregunto yo no sentí nada, me subí rápidamente al tren.

-Al subir me encuentro con mi primo Albus, que fue corriendo hasta donde yo estaba.

-Prima, gracias a Dios estas bien me preocupe, sentiste el temblor- me decía Albus.

-¿Cuál temblor?- le pregunte- yo no sentí absolutamente nada- me dirigí a buscar un compartimento, cuando me encontré de frente con mi primo James, que tenía una cara de pocos amigos.

-Fred II (hijo de Tío George y Tía Angelina) nos invita a Albus y a mí a que entremos, donde ellos estaban. Le tome la mano a Albus y entramos al compartimento donde estaban mis primos.

-Uf, sintieron el temblor creo que fue grado 5- decía Fred II.

-La verdad yo no sentí nada- le dije, pero para mis adentros lo único que sentía era una sensación extraña al recordar esos ojos grises. Levanto la mirada para ver a mis primos y me topo con los ojos de James, esos ojos de color miel, que por alguna razón, hacia que los nervios volvieran.

-Rose, Albus- comenzó diciendo James – salgan de aquí los dos, tengo que hablar con Fred II.

-¿Pero qué te pasa, hermano?- pregunto Albus

-Salgan ahora- dijo gritándonos James

-Vámonos Albus, seguramente ellos quieren planear sus próximas travesuras- y tome de la mano a Albus, agarramos nuestros baúles y las jaulas de nuestras lechuzas y nos dirigimos al pasillo.

-Fuimos buscando un compartimento, porque no podíamos estar en los pasillos.

- ¿Qué le paso a mi hermano?- pregunto Albus- algo debió pasarle, de seguro.

-mmm no sé, tal vez de verdad quería planear nuevas bromas con Fred II- le dije a Albus.

-Fuimos caminando, viendo si había algún compartimento que estuviera vacío. Cuando ya veía que teníamos que quedarnos en el pasillo y rogando que no nos castigaran, encontramos uno, no estaba vacío habían tres niños, pero no había de otra, asique nos armamos de valor y entramos.

-Pero mi sorpresa fue mayor, en ese compartimento estaba ese chico rubio y esos ojos color grises.

-Perdón, queríamos saber si podíamos quedarnos aquí, lo que pasa es que nuestros primos nos echaron de compartimento en donde estábamos y ... - iba diciendo Albus, hasta que alguien lo interrumpió.

-Pues claro que si aquí hay espacio de sobra- dijo una niña que al parecer también iba a ir a primero- me llamo Cristine Marion Nott Greengrass voy en primero, él es mi hermano Theodore II Nott Greengrass va en tercer año y él es mi primo Scorpius Hymperion Malfoy Greengrass y va en primero igual que yo.

-¿Malfoy?- pregunte sin pensar.

-Sí, así es, soy Malfoy- me dijo el chico rubio mirándome a los ojos, pero cuando lo hizo volví a sentir algo extraño.

-Lo siento- comenzó mi primo- me presento mi nombre es Albus Severus Potter Weasley y ella es mi prima Rose Weasley Granger y ambos vamos a entrar en primero- le dio la mano a todos.

- Yo los salude a todos, pero durante todo el viaje lo único que podía tener en mi mente eran esos ojos grises.

-¿Asique ustedes son parientes de los Potter y Weasley?- pregunto por fin el chico rubio.

- Así es, pero por favor no crean que somos creídos o que nos gusta andar por ahí diciendo quienes son nuestros padres- dije con decisión y Albus me apoyo

- MmM, a nosotros en cambio, hay muchos que no nos quieren, no nos hablan o se escapan cuando nosotros vamos pasando- dijo Cristine.

-Y así nos fuimos conversando y compartiendo, pero yo lo único en que me fijaba era en esos ojos grises.

-Al llegar, bajamos con cuidado las escalinatas del vagón, Theodore II nos explico que debíamos esperar allí, porque nos iban a ir a buscar para llevarnos a castillo, él se tuvo que ir porque como ya era más grande él se iba en unos carruajes.

-Esperamos unos minutos, cuando apareció Hagrid.

-Los de primer año, deben subir a los botes, cuatro máximos ni uno más ni uno menos- nos dijo el semigigante.

-Cuando íbamos caminando, siento que alguien estaba detrás de mí, era mi primo James.

-Rose, te quería pedir disculpa por la actitud que tuve adentro del tren- me dijo mirando el suelo.

-mmm yo sé que querías hablar sobre tus nuevas travesuras con Fred, no te preocupes.

-Él me miro y dibujo una sonrisa - ¿Por qué me mira con esos ojos?- me pregunto en mi cabeza, esos ojos me ponen nerviosa.

-De pronto siento como alguien llego.

-Rose Weasley, debemos irnos Hagrid nos está esperando somos los últimos- me dijo ese chico rubio de ojos grises.

-De acuerdo- le dije con una sonrisa.

-Te vas a ir en el bote, con él- dijo James- él es un Malfoy

-Así, es - dije yo seria, tomando del brazo a Scorpius.

-Entonces si eres amiga del hijo de una sabandija, olvídate de que yo existo- término diciéndome James que se fue a los carruajes enojados.

-Estaba furiosa, nunca había visto a James tan enojado, me subí al bote con Scorpius, que estaba triste se le notaba en su mirada.

-No te preocupes Scorpius- le dije mirándolo a los ojos- James es siempre así, tiene una mentalidad muy pequeña, además de tener muchos prejuicios no le hagas caso- le dije con una sonrisa, la cual él me la devolvió- su sonrisa era maravillosa.

-Nuestras miradas chocaron otra vez, cuando sentí algo en mi estomago algo que revoloteaba y me daba muchas cosquillas, ¿Pero qué me pasa estaré enferma?- me pregunte en mi mente.

Continuará...

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