Capitulo 1: El viejo solitario
Marcus Logan, según la gente del pueblo, era un hombre raro y solitario, casi nunca salía de la casa, y cuando lo hacía, no hablaba con nadie, solo el hecho de pasar por delante de la casa, a la gente le daba miedo, la propiedad era grande, tal vez demasiado para un solo hombre ya consumido por la edad, el exterior tenía un toque colonial, se veía que hacía mucho tiempo que nadie le pasaba la mano, vieja, descuidada y sucia, esa era la impresión que daba la casa.
Todos temían e ignoraban a Marcus, excepto un joven de dieciséis años llamado Luis, el sentía una gran fascinación y misterio hacia ese señor, él decía que hombre escondía un secreto y que él lo tenía que descubrir, como tantas veces lo habían hecho los protagonistas de los libros que tanto leía.
Una tarde que Luis pasaba por enfrente de la casa, vio una luz que encendía y apagaba del interior, tras un ataque de misterio, se decidió y empujo la reja enorme que tenía la entrada , luego camino por un enorme jardín para llegar a la puerta principal, se sorprendió al ver que el jardín estaba perfectamente cuidado, se veía que lo atendían diariamente, y era raro, ya que esa no era la imagen que daba el dueño de la casa.
Al llegar a la puerta, dio un gran suspiro, y tras unos segundos de espera, cogió el tocador de la puerta bastante antiguo, y dio un fuerte golpe, que al parecer resonó en toda la casa, misteriosamente estaba totalmente en silencio, o eso parecía, tras esperar unos segundos, volvió a dar otro golpe, se escucharon unos pasos provenientes del interior de la casa, y la puerta se comenzó a abrir lentamente, Luis se echó para atrás, temiendo la reacción del viejo o del que abriera , cuando se abrió completamente , Marcus ya le miraba desde la puerta, Luis no tenía ni idea que de decirle, pero por suerte, comenzó el.
-Buenas tardes. ¿En qué le puedo ayudar?
-Buenas, es que.... quería conocerle.
-¿Usted a mí?
-Sí, es que la gente hablan mucho de usted en el pueblo y tenía curiosidad.
-¿De mí? ¿Y qué dicen?
-Bueno.....
-Sabe que, mejor pase, no te quedes ahí parado.
- De acuerdo.
Marcus se echó a un lado para permitirle a Luis que entrara, tras pensarlo unos segundos, avanzo hacia el interior, la casa estaba prácticamente en penumbras, y por dentro, también se veía, destruida, y muy poca decorada.
El viejo paso por delante de él.
-Acompáñame, vamos al salón.
Marcus comenzó a caminar y Luis le siguió, doblaron por un pasillo hasta una puerta de correderas, el viejo puso las manos en las manillas de la puerta, y antes de abrirla, se giró hacia Luis y le sonrió, luego comenzó a abrir la puerta , cuando estuvo totalmente abierta, Luis puedo observar un gran salón, poco luminoso, y con muebles muy antiguos, le gusto que al final de la habitación hubiera una chimenea, que mantenía muy calentito el salón, Marcus avanzo hacia el interior y se sentó en un sofá de la habitación, observo a Luis y le dijo.
-Hijo, pero no te quedes ahí parado pasa.
Luis entro y se sentó en otra sofá al frente de él, noto que le miraba con una media sonrisa en la cara, luego de unos segundos, por fin hablo.
-Bueno. ¿Y qué es eso que tanto dicen de mí en el pueblo para que usted tenga la curiosidad de conocerme?
-Es que dicen que es usted muy raro, nunca sale, no se relaciona, no habla con nadie, en fin...