That Boy (BTS V y Tn)

CAPÍTULO 9

Al fin un fin de semana sin una carga de trabajos, sentía que podía respirar aunque me aburría un poco el estar encerrada en casa por eso me fui a dar un baño, me vestí deportiva y fui al gimnasio, tenía que liberar tanto estrés. 

Cuando llegué vi a mis conocidos y comencé a saludarlos, acomodé mis cosas pero primero saqué mi botella de agua y mi toalla, me puse a trabajar. Estuve al rededor de dos horas, cuando me di cuenta de la hora sequé mi sudor, tomé lo que quedaba de agua y me dirigí al baño ya que no podía salir tan desarreglada "es un gimnasio es normal", lo sé pero prefiero arreglar mi cabello un poco al menos. 

Como me iba solamente a arreglar no era necesario poner seguro en la puerta ya que no estaba haciendo alguna otra cosa. Me refresqué un poco agitando mi toalla, seguido solté mi coleta y seguí dándome ventilación con la toalla, una vez ya satisfecha puse mi moña en la boca y comencé a recoger mi cabello, todo estaba listo así que tomé mis cosas y finalmente tomé la perilla de la puerta para salir pero algo hizo que retrocediera. 

En aquel baño donde me encontraba había entrado un chico, cerró la puerta y le puso seguro, pude notar su respiración era agitada pero aun no sabía de quién se trataba ya que estaba dándome la espalda, aparte de ello usaba un saco el cual tenía un gorro que cubría su cabeza, recostó ésta en la puerta. Comencé a pensar infinidad de cosas como un secuestro, ¿me tomarán de rehén?, entre otras. 

Mi cuerpo se exalto un poco cuando aquel chico calló de rodillas en el suelo.

_: ¿d-disculpa, q-quién eres? 

?: g-guarda s-si-silencio - dijo con dificultad -

Comencé a escuchar un escándalo que provenía de afuera, un tipo gritaba "¡¿dónde está?!, ¡¿dónde mierda está esa sabandija?!, ¡lo vi entrar aquí maldita sea!".

Mi corazón se puso a mil, me sentía confundida. 

No supe cuánto tiempo pasó hasta que ya no escuchaba ruido afuera, todo estaba en completo silencio. 

El chico se dio media vuelta, apoyó su espalda en la puerta, seguía respirando con dificultad mientras mantenía una de sus manos dentro del bolsillo de su saco y la otra sostenía esta casi cerca del hombro, su saco era negro pero podía ver que estaba mojado y no era a causa de agua... elevó su vista ahora mirando el techo. Mi corazón dio un vuelco. 

_: ¡y-yah! - mi voz tembló -

Su vista se dirigió a mi, sus ojos se habían comenzado a entrecerrar como si estuviera a punto de desmayarse. 

_: ¡Taehyung! - grité -

Me tiré de inmediato al suelo quedando en frente suyo. 

_: ¡Dios q-qué te pasó! - Acerqué mis manos a su brazo, estaba temblando - ¡AYUDA! ¡POR FAVOR ALGUIEN! - comencé a gritar desesperada - 

Su saco estaba rasgado y empapado de sangre, así que terminé de rasgarlo, quité su mano de su brazo, busqué en mi bolso si tenía algo con qué parar la sangre, lo único que tenía era mi toalla, no lo pensé y la tomé para amarrarla a su brazo. "ojala esto funcione" - pensé -

_: por favor no te muevas 

La puse en su brazo e hice un poco de presión, no me creía la gran doctora pero había visto infinidad de programas sobre emergencias por la televisión. 

La toalla no alcanzaba para amarrarla a su brazo así que dejé mi mano haciendo presión, mientras que con la otra saqué mi celular del bolso para marcar a emergencias pero él me tomó de la muñeca. 

Taehyung: n-no lla-llames a - hizo una breve pausa - nadie - dijo finalmente - 

_: ¡¿que no llame a nadie?! ¡Dios mírate estás herido! 

Comencé a marcar el número pero esta vez su agarre pasó de mi muñeca a mi celular tomándolo y lanzándolo contra la pared, lo había destruido.

_: ¡mi celular! 

Taehyung: te-dije-qu-que-no-lla-llamaras ¡mierda! 

_: ¡ERES UN IMBÉCIL! 

Alguien comenzó a tocar la puerta del baño.

x: ¿________? ¿estás ahí? 

Se trataba de mi instructor y amigo.

Taehyung volvió a sujetar mi muñeca y a mover su cabeza de lado a lado, lo tomé como si no quisiera que nadie se diera cuenta que él estaba ahí. 

_: ¡s-si! - elevé mi voz pero aun sin quitar mi vista en él -

x: ¿estás bien? ¿puedes abrir? 

_: y-yo... ¡este no es el momento, ya sabes...! 

x: esta bien, quería asegurarme de que estuvieras bien, no te imaginas lo que acaba de pasar

_: si, me di cuenta 

x: solo quería decirte que ahora todo es seguro, vi que ibas de salida así que ya te puedes ir

_: gracias

No sabía qué hacer, tenía a un chico herido y terco conmigo.

Taehyung: escucha... necesito un- ahh - se quejó - un botiquín 

Comencé a mirar a todos lados pero recordé que lo tenían afuera.

_: espera aquí 

Abrí la puerta y me asomé, esperaba que no hubiera nadie conocido por ahí. Hasta que estuve segura corrí, lo tomé y volví corriendo. 

_: ¿qué tengo que hacer? 

Taehyung tomó el botiquín, se quitó mi toalla y la manga del saco, sacó algunos implementos y comenzó a aplicárselos, la herida era profunda y larga, no podía ver más así que me tapé los ojos, después de un momento lo volví a mirar y estaba luchando con la venda. 

_: déjame... 

Le quité la venda y comencé a enrollarla en su brazo, finalmente la sujeté con un gancho. 

_: listo

Volvió a recostar su cabeza contra la puerta y miró de nuevo al techo y tomó una bocanada de aire, me quedé observándolo, cuando vi que se comenzaba a levantar lo tomé del otro brazo para ayudarle pero tiró de su brazo haciendo que lo soltara. 

Taehyung: déjame 

_: solo te estoy ayu- 

Había perdido mucha sangre por lo que no podía sostenerse y por ello calló de nuevo al suelo. 

Me sobresalté y al mismo tiempo me estresé. 

_: escucha, estás mal herido, no puedes sostenerte y tampoco sabes cómo salir de aquí, así que deja de ser tan imbécil y déjate ayudar, no te muevas 

Volví a salir y hablé con mi instructor, no tenía otra opción, necesitaba que alguien me ayudara, cuando volví al baño con él, Taehyung comenzó a echar fuego por sus ojos, mi amigo quiso subirlo a su espalda pero él solo se negaba, utilizó su última fuerza para tratar de que mi amigo no lo tocara que al final cayó desmayado, por una parte me alegré ya que así iba a ser más fácil. 

Mi amigo me propuso llevarlo al hospital pero por alguna razón Taehyung no quería así que respeté su decisión y lo llevamos a la casa de mi amigo que por suerte no quedaba muy lejos del gimnasio y tenía un cuarto extra.