¿Volver a vivir? [Yoonmin]

Capitulo 21

Sentí su tembloroso cuerpo, vi sus ojos fijarse en los mios, estaba nervioso por su respuesta y parecia que el se estaba tomando su buen tiempo para responder, no queria interrumpir sus pensamientos pero mis necesidades eran enormes asi que tome su nuca con una de mis manos y por casi instinto junte mis labios con loa suyos en un lento beso, nada tosco, intentando explicar con acciones lo que mis palabras no dejaron claro, lo amo, amo a Park Ji Min, amo cada centimetro de su piel. Para mi suerte despues de un tiempo mi beso fue respondido y unas manos pequeñas y delicadas se posaron en mi pecho, senti como separo un poco nuestros labio, qbri mis ojos para poder notar sus ojos cerrados, sus labios entreabiertos, el momento en que relamio sus labios nervioso, como paso su peso de una pierna a la otra, sonrei ante esos gestos, eran tan hermosos, acaricie su nuca lentamente, disfrute de la pequeña transformacion de su semblante, rei bajito y deje un beso en sus labios fugazmente

-Si deseo ser tu novio Yoon Gi Hyung - Escuché el bajo susurro, mi sonrisa se ensancho

Tome a ese pequeño en mis brazos con fuerza, bese su frente y sus mejillas mientras nos balanceaba, estaba feliz, mucho por su respuesta, senti su risa, el sonreia y busque su rostro de nuevo, su delicada y gran sonrisa sobre sus labios haciendo sus ojos cerrarse en dos finas lineas tambien sonrientes, bese sus parpados con cuidado, baje mis besos por sus regordetas y sonrojadas mejillas hasta sus labios, uniendolos de nuevo en un lento beso que no tardo en ser respondido, sus manos se deslizaron de mi pecho por mi cuello, el se empino un pocquito por que su altura aumento mientras le besaba, rei un poco contra sus labios pero segui el deliciosos beso, saboreando sus suaves labios, esos que alfin toco, esos que por fin son mios, que spn los labios de mi ahora novio, pase mis manos por su cintura pegandola a mi.

Se escucho un pequeño gritito que nos separo a ambos con la rapidez de un rayo, vi a un chico peli castaño que nos miraba con ternura, sus dientes y nariz resaltaban asemejando el pequeño chico a un conejo o a una rata, no pude evitar la incertidumbre de no saber quien vivia con mi novio, frunci mi ceño