Pensaba en esas veces en que decías mi nombre, porque siempre me llamaste con apodos cariñosos, pero pensaba en esas veces en que decias mi nombre
Me deshacia por dentro,
Mi ser se derretia,
Mi corazón estallaba,
Mi mente se volvia loca, se alteraba,
Me llamabas por mi nombre y era una caricia al alma.
Hoy con ese recuerdo tan bonito vengo a despedirme.
Hoy te dejo ir.Hoy definitivamente pasar a ser un capítulo precioso pero que necesito concluir en mi vida.
Estoy decepcionada, no fuiste lo que pensé. Eras cobarde, nunca lo dijiste.
No importa, hasta siempre, viejo amor; me quedo con esos momentos en los que decias mi nombre.
Dejame quedarme con ellos.