Creo que uno se sorprende tanto al ver lo mucho que cambia, los años siguen transcurriendo uno tras otro, no es como si pasará lento o rápido solo pasan y dejan cicatrices como las que te hacías de niño al caerte, lástima que estás no solo sanen porque tus padres te digan que no duele y te den un tierno beso, estás marcas calan tanto en el alma que no se borran no desaparecen tan fácil y es casi placentero saber que siempre te recuerdan que están ahí muy dentro de ti de tu mente, de tu alma o de lo que creas tener dentro de este cascarón que es nuestro cuerpo, ellas nunca se van, al menos nunca estarás completamente solo, al menos recordarás para siempre que eres humano y que por esta maldita naturaleza buscamos encontrar al alguien que pueda curar tus heridas y acompañarte, pero es muy difícil si ese propósito es el que más daño nos causa.
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Memorias de un alma confundida
Teen FictionSucesos vividos relatados por la protagonista de esta historia un tanto retorcida. Dejate llevar por la imaginación confrontando la realidad en muchas ocasiones y otras tantas mezclándose en un torbellino de emociones contrapuestas que conformas par...