Una Nueva Oportunidad. ❤

Capitulo 1

Todo era normal en el instituto de karakura entre risas y abrazos se daban la bienvenida entre amigos a un nuevo día de clases, todo hasta que un grupo de jóvenes el cual conocemos, esperaban la llegada de cierta pelinaranja que por la hora, tal vez se le había hecho algo tarde, a lo lejos se miro una cabellera naranja y cierta chica corriendo con mucha prisa, llego muy agitada y disculpándose por hacerlos esperar, un chico con un tono muy serio pero amigable, solo le dijo- no te preocupes Inoue-san anda entremos o nos dejaran-ella le respondió con una sonrisa amable -si Ishida-kun vamos- al entrar en el salón un fuerte grito llamo la atención de todos -mi himeeeeee has llegado, mi hermosa himeee- decía una chica con una gran emoción mientras abrazaba por detrás, con gran morbo a la ojigris, tocando sutilmente los pechos, pues esto solo paso unos segundos casi incontables, pues recibió un gran puño que la separo de la pelinaranja con una mirada de emoción le dijo -wooow creo que no has perdido el toque Tatsuki, por algo te llevaran a el gran torneo estatal- decía esto Chizuru, mientras se limpiaba la sangre.

La capitana de judo con el rostro aun molesto le decía -déjate de perversiones maldita Chizuro y deja tranquila a Orihime, cuantas veces tenemos que pasar por esto- todos las miraban con una gotita corriendo por la nuca, mientras el Quincy se acomodaba los lentes pensando -bien hecho Arisawa-san, es feo e incorrecto que un hombre le pegue a una chica, no va con mi orgullo Quincy, pero se lo tenía más que ganado siiii-

La ojigris aun con una sonrisita nerviosa miro de reojo a cierto pelinaranja preguntándose, se abra molestado por lo ocurrido? Sin embargo al voltear noto que ni cuenta se había dado ya que platicaba con Renji y Mizuiro, ella solo agacho la cabeza, mientras pensaba -baaa creo que le soy totalmente indiferente, si tan solo supiera lo que el significa para mí, no puedo dejar de verlo mientras habla o cuando frunce el ceño pues es totalmente encantador, para muchos es un chico conflictivo, pero yo si conozco al verdadero kurosaki-kun, lástima que para él solamente sea una amiga o tal vez solo una compañera-

Después de tremenda discusión y pensamientos por parte de Orihime llego la maestra y todos se fueron a sus respectivos lugares, la mañana transcurrió normal, igual que todas las clases, dando fin a un día de escuela al escuchar la campaña.

La ojigris salió disparada a la salida pues noto que ese chico con encantadores ojos marrón, el cual la hipnotizaban con tan solo verlos, ya no estaba en el salón, salió esperando alcanzarlo, pues ese día había llegado casi tarde por que se había levantado muy temprano para hacer un pastel, el cual quería compartir con él, así que ese día seria, si ese día en el cual ella lo invitara a tomar té y un pastel a su casa, ella iba con una gran sonrisa pero también algo nerviosa, pensando en cómo se lo diría, sin embargo también iba buscando donde estaba, de repente se detuvo, su semblante era pálido de incredulidad, pero paso a ser un semblante triste y empezó a caer una tras otra lagrimas de un gran dolor que yacía en su pecho, ella trataba de contenerlas, mientras pensaba - no puede ser lo que mis ojos están viendo, es kurosaki-kun, tomado de la mano de kuchiki-san- se sorprendió mas al ver que ella lo tomaba del brazo y acercándose cada vez más le coloco un fugaz beso sobre los labios de aquel chico, la ojigris no pudo soportar mas no podía ser que el amor de su vida, ya tuviera algo que ver con kuchiki-san y no se lo dijera a nadie, pero más doloroso era el verlos, así que sin hacer un solo ruido, dio media vuelta y corrió sin, dejar de que unas gotas de agua salada salieran sin control de sus ojos, después de llorar y llorar por casi 2 horas en las calles de karakura, llego a su casa entro sin ánimo de nada aun con sus ojos rojos de tanto llorar, vio el pastel que había hecho con tanto empeño y amor suspiro y lo tiro a la basura, ya no era importante, no tenia caso, nunca se cumpliría su sueño, iba a tirarse sobre su sofá, hasta que escucho el timbre sin ganas de abrir, pensó que tal vez sería algo importante así que se dirigió hacia la puerta desganada abrir.