quise llamarle amor de mi vida, solo amor de mi vida.

Todo empezó aquel día..

Era el ultimo dia de clase en aquel instituto de monjas al que mis padres muy a mi pesar, me habian apuntado desde que yo no tenia uso de razón.
Ese dia,al igual que la mayoria llegaba tarde ya no por mi culpa, sino porque mi amiga Luna llegaba tarde al cruce donde soliamos quedar para continuar el transcurso del camino hasta llegar al instituto.
Luna no era una amiga cualquiera, era mi mejor amiga, mi hermana, esa persona con la que comparto mis mayores secretos y que sabe lo peor de mi y aún asi, sigue a mi lado. Luna y yo llevamos desde primero de infantil juntas, toda una vida diria yo y siempre ha sido lo mas tardón que habia visto nunca, pero sin embargo cada vez que yo llegaba tarde me echaba la bronca como si nunca ella llegase tarde.
La ví a lo lejos llegar, corriendo como no, con su melena al viento y con esa cara de recien levantada.

— Buenos días nena— me dijo a lo lejos.

— Siempre llegas tarde luna, menos mal que ya acaban las clases—

— Lo siento, mi madre a veces es muy pesada— añadió.

Una vez que llego luna, seguimos el camino, las dos estabamos nerviosas ya que si suspendiamos tendriamos que repetir el curso y eso a nuestra familia ni a nosotros nos resultaria gracioso. Casi llegando al instituto vimos a lo lejos a Celia; nuestra otra amiga, ella estaba rodeada de unos 3 o 4 chicos que nosotras nunca habiamos visto o bueno alguno lo habiamos visto por las salas de juego.
Cuando llegamos Celia nos saludo muy emocionada ya que ella acababa de ver sus calificaciones y tenia todo mas que aprobado, con sobresaliente!

—Celia, quienes son estos chicos?— dijo luna

— ah si, perdón. Ellos son: Jesus, Carlos, David y Alejandro. Son mis compañeros de equipo.

— hola chicos— dijimos al unísono

—ellas son Nerea y Luna.

— Encantados— dijeron al compás.

—Bueno chicos, vamos a ver nuestras calificaciones, desearnos suerte.

Nos fuimos alejando, pero yo, me habia fijado mas de lo normal en aquel chico, moreno con los ojos castaños, un poco fuerte y con mirada angelical.