Un nuevo comienzo

Capítulo 3

-¡No puede ser! ¿Es en serio? JAJAJAJAJAJA.- Excalama Sofi.

-¡Sí! Y tuve que estar el resto del viaje llena de lodo, jajajajajaja. Te juro que me había entrado hasta en el calzón. - Prosigo y resoplo fuertemente.

-¡No puedo con esto! En serio no me lo puedo creer jajajajajajaja.- 

-Hola.- Dice un chico alto, castaño y con unos grandes lentes al acercarse a nuestra mesa. Es bastante guapo.

Sofía lo mira sorprendida.

-Hola.- Decimos al mismo tiempo.

-¿Puedo sentarme con ustedes? Soy nuevo y no conozco a nadie.- Dice sonriendo.

-¡Claro!.- Exclama Sofi.

-El club de los nuevos.- Digo.

El chico se sienta en la silla a mi lado.

-Entonces.. ¿son nuevas también?- 

-Sí, jajaja. Yo llegué a la ciudad hace sólo unas semanas.- Dice Sofi.

-Y, ¿tú?-

-Quería cambiar de aires y pues, aquí estoy jajaja.-

-Jajaja, bueno, me llamo Mathias, chicas. Y enserio, es un gusto conocerlas.- Dice con una gran sonrisa.

-Yo soy Maya y ella Sofía. Encantada.- Lo cojo del cuello y lo acerco a mí, divertida.

Hablamos durante lo que quedaba del receso para el almuerzo, Mathias es un chico increíble no paraba de hacernos reír. Caminamos todos juntos a nuestros lockers, Mathias toma otro pasillo para llegar a el suyo mientras yo sigo con Sofi.

-Y... ¿qué te parece Mathias? Está bueno, ¿no?- Digo levantando las cejas.

-Aparte de que está buenísimo, es increíble persona, tía. ¿Has visto como alza una de sus cejas cuando le preguntas algo? Me mató.- Dice Sofi con cara de enamorada.

-Me cayó increíble jajaja. Pero, si tanto te gustó, deberías invitarlo a salir.-

-No, nena jajaja. Ya verás como me busca él.- Me guiña un ojo y se muerde el labio inferior.

-Seguro que sí. ¿Cómo no le ibas a gustar si eres perfecta, nena? - Le golpeo suavemente el hombro.

-Jajajaja, podremos hacer cita doble. Yo con Mathias, tú con Tomás.- Dice divertida.

Camino hasta la clase de química y, como llego tarde, quedaba solamente un asiento libre en el medio del salón. Justo a lado del chico de los ojos azules. Gracias universo.

-Hola.- Digo después de haber llegado al mesón.- ¿Está ocupado?.- Sonrío.

-No, siéntate.- Sonríe.- Parece que somos compañeros de laboratorio, ¿no? Jajaja.-

-Sólo hay que intentar no chocar de nuevo jajaja.-

Me sonríe y abre su libro de química. Me encanta, con novia o sin ella. ¿Qué importa? Lo invitaré a salir.

Estoy a punto de abrir mi boca para decirle que salgamos uno de esos días cuando él comienza a hablar.

-¿Qué haces el viernes?- Dice mirándome directo a los ojos.

-Pues, hasta ahora, nada.- Digo sorprendida.

-Hay una fiesta en la casa de Jake, deberías ir.- Sonríe. Mierda, ¿cómo puede verse tan hermoso cuando sonríe?

-Claro, sería genial.- 

-Bien, entonces ¿nos vemos allá?-

-Listo, me pasas la dirección.

-Dame tu número.

Me da su celular y anoto mi número dentro de sus contactos.

-Listo, ¿crees que pueda llevar a una amiga?-

-Si, si. Irá todo el mundo, mientras más, mejor jajaja.-

-Genial jaja.

El profesor habla sobre un texto que hay que leer y resumir para el día siguiente cuando suena el timbre que indica que el día ha acabado. Tomás se levanta rápidamente de su asiento y coge su mochila azul.

-Chao, guapa.- Dice mientras me da un beso en la mejilla.

-Chao, nos vemos el viernes.- Digo emocionada. Wooooow.

Tomo mis cosas y salgo del salón para llegar al parqueadero. Subo a mi auto y me siento frente al volante. ¿Tomás acaba de invitarme a una fiesta? Sí, si pasó. 

Nuevo colegio, nuevas oportunidades, ¿nuevo chico? No podría hacer mal un buen polvo o incluso un buen novio.