Nuestra Primera Vez...

19 0 0
                                    

A las 4 de la tarde despacharon en el liceo y me dirigí directamente para la casa de Eydam, llame a la puerta y este salió sorprendido.

- ¿Qué haces aquí a esta hora? –sonrió, frunciendo el ceño.

- Tenemos un trato ¿No? –dije entrando a la casa.

- Bueno, llegaste en un mal momento –dijo mirando a su madre, que estaba sentada en el comedor.

Lo mire desilusionada, mas él sonrió y se dirigió a su habitación, me quede en la pequeña galería esperando, duro como 10 minutos que para mí era una eternidad. Sentí su mano suave en la mía, nuestras miradas se juntaron y me lleve a su habitación era como un imán mi desilusión desapareció cuando este cerró la puerta.

Poso sus labios ya húmedos en los mío, abrí los míos y deje que su lengua navegara por mi boca, despertando cada sentido de mi cuerpo, la sensación de sentirme amada era especial. "Era como mi primera vez" Por fin alguien que aunque no me amaba todavía sabia tratarme como una dama, en ese momento no había duda iba hacerme suya esa tarde.

Nuestros ojos estaban conectados, la vergüenza no existía en ese momento, quito mi pantalón, para luego llegar a mi feminidad ya húmeda, cerré mis ojos para disfrutar el cada contacto de sus dedos, quito mis bragas y subió a besarme de nuevo, mientras recibía el tan apasionante beso, procedí a quitar tichert, el hizo lo mismo el contacto de su torso tonificado me hizo alucinar era un sueño, gire sobre el para estar encima de él, desabroche su pantalón y lo baje con cuidado, su erección era capaz de romperlo. Él rápidamente quito lo que le quedaba de ropa, me tomo por la cintura tirándome en la cama, quito mi sostén y fue en busca de un preservativo.

- Toma pónmelo –me lo entrego, negué con la cabeza.

- Yo no sé –pronuncie un poco avergonzada.

- Está bien –lo abrió y se lo colocó.

Se colocó en mi cintura, y despacio tomo unos de mis pezones con la boca y comenzó a succionarlo y dar unos pequeños mordisco, mientras que con el otro solo jugueteaba, estaba fascinada y gemí. Ya era momento de sentirlo mucho más cerca, se para y jalo de mí, hasta el borde de la cama, comenzó a penetrar suave y delicadamente, temblé, mas creo que él no se percató, empujó con fuerza y gimió, sus envestidas eran fluidas y delicadas más deleitantes, poco a poco aumentaba el ritmo y apretaba mi cadera. De pronto gemí despacio y este tapo mi boca y baja la velocidad.

Subió mi pie en su hombro y produjo grandes envestidas, en momento lo mire en suplica de que parara, me estaba lastimando, él paró de golpe y me coloco encima de él, "Marinero" introduje su miembro dentro de mí, no estaba firme; "Lo estoy haciendo mal" gritó mi subconsciente, él me miraba aun avergonzado por su disfunción eréctil, sonreí para no arruinar el momento y recosté mi cuerpo en él, comencé a moverme provocándole sensaciones inesperadas para que llegase al orgasmos, ya estaba cansada, hicimos casi el Kama Sutra completo. Estábamos agotados y quedamos tumbados.

Él me miro tiernamente e indico que me vistiese. Obedecí, él hizo lo mismo cuando acabamos, me abrazo.

- Debo preguntarte algo –pronuncio cortantemente. Lo mire en espera de su pregunta.

- ¿Cuántas veces has tenido relaciones?

- Ee... 2 veces.

- Esta es mi primera vez –bajo la cabeza, me quede boquiabierta.

- Mentiroso –sonreí.

- Es de verdad, no quería decírtelo porque me da un poco de vergüenza pero es cierto.

- Waoo –todavía mi cerebro no procesaba aquella información. –No creo eso, pero si tú lo dices, está bien.

No Existe La Religión [ Escribiendo ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora