Autumn Rain

1

Una conversación habitual, como cada mañana, ella me pregunta qué tan bella es y yo le contesto "mucho". Nunca busco consentir a nadie, pero siento que está bien por tratarse de ella.

Ahí estaba yo, con la chica que llegó de intercambio hace unos meses. En su primer día aquí, al llegar al salón, no inició una conversación con nadie y nadie inició una con ella puesto que los mini grupos de amigos ya estaban hechos. Se acercó a mí, el único que no estaba hablando o embobado en un dichoso celular -Quiero que seas mío- Fueron sus primeras palabras hacia mí, si alguien más la hubiese escuchado, seguramente se habrían cuestionado sobre sus preferencias personales ante una declaración tan seria, mas era imposible escuchar nada con el ensordecedor escándalo del salón en ese momento.

Días más tarde empecé a encontrármela camino a la escuela, sólo se quedaba junto a mi sin decirme nada, alejando a los colegas que siempre tenían un tema de conversación, como no queriendo interrumpir algo. Me quedaba perfecto, pues no tenía ganas de hablar con nadie. Eventualmente encontró dónde vivía, y al ser vista por mi madre en la barandilla exterior, es invitada a pasar. Al parecer a mis padres gustaron de su presencia, me comencé a espantar y a preguntarme cómo es que me encontró y así sin más.

Una vez quedamos de encontrarnos para un trabajo de la escuela , 5 personas teníamos que salir en la foto que tenía que ser tomada en la fachada de la biblioteca del centro.

-No puedo creer que nadie haya venido, son unos irresponsables

- ¿Crees que todo esto estaba planeado para que estuviéramos juntos?

-Ni cómo ayudarlos, tendré que encontrar las referencias para el proyecto yo solo

-Por allá, sígueme, conozco el lugar

Empezó a correr con una sonrisa dibujada en el rostro y halándome de mi mano. Ella es muy útil, la vida escolar se facilitó cuando llegó a mi vida, aunque a veces diera miedo, poco a poco me fui adaptando a su manera de hacer las cosas.

Días después, en el salón de clase, tuve una conversación que me tomó desprevenido.

- ¿Desde cuándo andan, loco?

- ¿Qué dices Frank?

-Sí, la rara que no se despega de ti

-Frank, no digas eso de la novia del compa

-Ricardo, deja de darle ilusiones a la pobre

-Zequi, tranquilo

Solo podía evadir la pregunta, no me gusta mentir ni a mis peores enemigos, pero tampoco podía hacerlos pensar que no sabía lo que hacía.