Mascara de Gas

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"Con un demonio... "

Me desperté en la madrugada, bañada en sudor. Me había quedado dormida sobre el escritorio de mi habitación. Llegar de una fiesta, para iniciar un desesperado intento por estudiar no es buena idea. Un terrible dolor de cabeza me invade. Busco a mi alrededor el control de la ventilación; olvidé encenderla al llegar y ahora esto se siente como el mismo infierno.
Trato de acomodar los trozos de mi memoria sobre la noche anterior. Recuerdo el ruido, el olor a alcohol y tal vez una pelea verbal con uno que otro sujeto.

"Eso es recordar suficiente. No quiero saber más."

Tomando un cambio de ropa me fui al baño y tomé una larga ducha, sentía algo del estrés desaparecer mientras el agua recorría mi cuerpo. Al salir revisé mi teléfono; mensajes al azar, gente preguntando dónde estoy, fotos y la hora: 5:42 a.m.
Solo quería acostarme a dormir, pero si lo hago estoy segura de que me quedaré dormida hasta la tarde y no puedo perder el examen de hoy, así que tomando una aspirina me senté denuevo en mi escritorio y me puse a repasar. "Es el ultimo examen antes del fin del semestre" repetía para mí misma como el mantra más poderoso que pudiese existir.
En eso se me fueron las horas, a las 6:50 recogí mis cosas y salí de la residencia por algo de comer. Al terminar me dirigí al salón, faltaban aún otros 45 minutos para que la clase empezara, pero con algo de música y repasando el tiempo se iría volando. No había nadie en la facultad de Ingeniería, todos parecían cerrar notas e irse corriendo lo antes posible, de no haberme enfermado la semana pasada yo tampoco estaría aquí ahora.
"Debí presentar antes" fue todo lo que pensé antes de paralizarme al entrar al salón y ver la escena frente a mí.
En un charco bañado en su propia sangre se encontraba el cadaver pálido y maltratado de una muchacha, sus ojos sin vida me miraban mientras su rostro se crispaba en una expresión de horror. Sentí que estaba a punto de vomitar todo lo que había comido tan solo unos momentos antes. En mi mente solo pensé en dar la vuelta y buscar ayuda, pero en cuanto mis piernas respondieron escuché la puerta del salón cerrarse tras de mí. Al darme la vuelta me topé con un rostro encubierto por una máscara de gas y un cuerpo en ropa ensangrentada. Retrocedí, escuchaba la pesada respiración a través de la mascara, y mientras sentía sus pesados pasos vi a quienquiera que tuviese delante llevarse un dedo a la boca y soltar simplemente un "Shhhh". Lo siguiente ocurrió muy rápido. Se movió, sentí un agudo pinchazo en el cuello y de pronto la fuerza me falló de las piernas, mi vista se nubló. Mi subconsciente me hizo una sola pregunta.

"¿Moriré yo también...?"

Inculpada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora