No habían pasado algunos días para que en el grupo ella empezara a comportarse de una forma atenta o cortes por así decirle conmigo, y con el paso del tiempo empezó a guardar esas atenciones al punto en el que ya no me parecían extrañas y las veía como algo normal o natural en cierta forma pues las veía como una forma de llamar mi atención y poder hablar conmigo de una forma más privada.
Ambos nos entendíamos muy bien pues varios de los problemas que teníamos eran bastante similares así que no era difícil encontrar una solución rápida y segura para ambos, aunque nunca nos habíamos visto sentía que siempre que hablaba con ella parecía que non existía distancia entre nosotros y los problemas se cambiaban por risa y palabras de aliento entre nosotros.
Todo eso continuo por varios días luego semanas después meses hasta considerarla como una de mis mejores amigas, aunque no sabía cómo me veía ella a mí, pero eso no me importaba solo quería demostrar mi amistad e intentaba llegar a otro punto entre nosotros.
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Un amigo de chat...
Teen FictionUna pequeña historia de amor para todos con desamor y amores imposibles