Me coloque mi suéter y luego mis botas. Mire por última vez a Rayan y asenti para luego irme.
Camine por la calle a las 02:45 de la madrugada, hoy no volveria a casa, asi que mi camino fue el parque. Al llegar al parque me sente en uno de los bancos que rodeaban la fuente, saque un cigarro de la cajetilla que había en mi mochila, me acosté en el asiento y cerré los ojos mientras no cigarro se consumía de a poco.
Luego de media cajetilla consumida comencé a escuchar risas aproximándose, me levanté de mi lugar y mire en dirección a las risas; un grupo de jóvenes de mi edad, borrachos. Los conocía, eran compañeros míos de la universidad, nunca había hablado con ellos para otra cosa que no fuera un trabajo escolar.
Las risas cesaron y miraron en mi dirección, sonrieron con perversión, sin darle importancia apague mi cigarro y comencé a caminar a la casa de mi pareja, posiblemente lo encontraría con Anabela, si amante, y quería divertirme así que, ¿que mejor que arruinarles la fiesta?.Aquello no estaba planeado, no era lo que esperaba.
Había policías por todos lados, algo había ocurrido, estaban tres patrulleros en la puerta de su casa, también una ambulancia y un camión de bomberos. Corrí hasta el primer patrullero y busque a algún policía, pude divisar a la madre de Adam llorando mientras abrazaba a Josh."No puede pasar". Pronunció uno de los policías.
"Es mi suegra, déjeme pasar, se lo suplico". Sentía unas inmensas ganas de llorar.Pude llamar la atención de Rocío y ella le hizo una seña al oficial para hacerme pasar. El oficial me fío pasó hacía ella y corrí a abrazarla. No éramos buena pareja Adam y yo, pero su madre y su hermano ya eran parte de mi familia.
"Alaska". Pronunció Rocío llorando, sólo se me ocurrió abrazarla. "Mi niño, mi marido, ellos...". No la dejé continuar y la abracé con fuerza.
Rocío estaba angustiada, al igual que Josh, el pequeño y su madre me abrazaban, él lloraba y gritaba implorando por su padre, mientras que ella sólo lloraba en mi hombro.
Luego de unas horas esperando en la comisaría por noticias, nos llevaron al hospital de la capital, nos dijeron que esperemos en la sala, luego nos avisarian para hacerle el interrogatorio a Rocío."¿Familiares del señor y el joven Areas?". Pregunto un doctor saliendo de la sala de Emergencias. Rocío se levantó y camino hasta el doctor, yo la imite.
"Soy la señora Areas". El doctor levantó una ceja, tenía razones, Rocío no tenía la apariencia de una mujer de 46 años.
"Perdimos a su marido en el camino y el joven tiene quemaduras de tercer grado, estará con nosotros un tiempo". Dijo sin más.Dos años pasaron desde ese día, a día de hoy nadie sabe quien fue el causante del incendio. Actualmente narró esto desde el más allá, donde nadie es nadie y donde todos somos todo, a mi lado se encuentra el señor Areas cuyo nombre es anónimo.
Mire a Rocío, quien se encontraba sobre la tumba del señor Areas, dejó el ramo de flores sobre la fría tierra mojada y se fue no sin antes decir 《Que el viento se lleve lo que el fuego dejo》. Volví mi mirada al pozo donde ahora duermo; Rayan, mi abuelo, mis cuatro hermanos, Ornella y me padre habían ido a dejar cartas. Mi florero nunca sería llenando con flores; sólo serían cartas, pergaminos o libros, me parecía muy cliché el tema de las flores.
Anabella, Eliza y Julio estaban sentados en el suelo, me acerqué a ellos y me senté en la banca."Alaska, ¿verdad?". Asenti ."Nunca me aprendí tu nombre porque no me importaba, pero ahora sólo estamos los cuatro, serían buenas las presentaciones".
"Es inútil, ¿para que? Si es una pura mierda".
"Aún siendo lo que somos podemos caer en la hermosa sensación de locura, tampoco es que yo quiera hacer esto, pero mis planes por el momento no implicar ese gusto de sentir locura".
"Bien, empecemos". Dijo Eliza ."Empieza Alaska, dinos tu nombre completo, edad, estado emocional y como terminaste aquí, luego contaremos nuestras historias".
Me levanté y los mire ."Mi nombre es Alaska Ann Wolker, tengo 19 años, me siento relativamente bien, y fue por un asesinato". Me senté y seguido se levantó Julio.
"Julio Ashton Milles, 22 años, estoy muerto y termine aquí por un paro cardíaco ocacionado por mi ex-novia". Se sentó y luego se paró Anabella.
"Anabella Suárez, 16 años, estoy bien y mi causa fue una sobredosis". Por último se paró Eliza.
"Eliza Alexandra Duarte, 17 años, me siento estúpida y morí en una caída de un edificio en llamas".
"Morí el 14 de Octubre a las 00:38 am este año". Hablé primero.
"14 de Octubre hace dos años, a las 04:05 am". Julio.
"14 de Octubre de hace ocho años, a las 15:23 pm". Eliza.
"14 de Octubre, un año, a las 23:00 pm". Anabella.