Parte única: El cuentacuentos

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Los veranos podían ser el infierno o el paraíso creativo para el pequeño Jungkook quien, por una vez al año, podía desprenderse de las innumerables tareas y trabajos que mantenían su hogar en pie, aunque este fuera apenas una pequeña choza en un p...

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Los veranos podían ser el infierno o el paraíso creativo para el pequeño Jungkook quien, por una vez al año, podía desprenderse de las innumerables tareas y trabajos que mantenían su hogar en pie, aunque este fuera apenas una pequeña choza en un pueblo en proceso de ser poblado, la lista de cosas por hacer incluían acarrear agua, alimentar al pequeño ganado, recoger leña, cuidar que el fuego se mantuviera ardiendo y, en ocasiones, bajar al pueblo por los pocos víveres que se podían permitir, no eran tiempos muy brillantes ciertamente y la cosecha del año no daba muchas esperanzas, pero el joven Jeon, en su inocencia, procuraba no pensar en lo que le faltaba y enfocarse más bien en lo que podía ofrecer y crear. Porque Jungkook ignoraba lo malo por más que doliera y lastimara y ocultaba sus anhelos para convertirlos en pequeñas esperanzas que le levantaban el ánimo incluso en días oscuros.

Porque aun siendo un niño, Jungkook creía fielmente en que uno puede decidir si hundirse en su amargura o encontrar un camino, porque las soluciones no son fáciles pero uno no puede ir por la vida con la cara larga.

Las tardes en aquellos tiempos pasaban demasiado lento, al no tener tantas cosas que hacer, el hermano menor de los cuatro Jeon trataba de encontrar diversiones en cualquier sitio y jugaba con los perros en el lote baldío justo enfrente de su hogar en compañía de sus hermanos más grandes y de los hermanos Min que vivían por el lugar, no había mucho más que una pelota con parches por todos lados y una bicicleta que Seokjin, el mayor, había armado por su propia cuenta, pero se la pasaban bien y olvidaban por un momento el hambre y las carencias. También inventaban sus propios juegos con latas vacías y demás cosas que recolectaban de las tiendas cuando bajaban al pueblo, creaban poco a poco una casita hecha de palos y techo de palma en donde fingían ser una familia refinada y vaya que era divertido intentar hablar como las personas que a veces iban a hacer servicio comunitario a su alejada aldea.

Cuando no se tiene mucho y se vive en la periferia de todo rastro de civilización incluso, uno se las tiene que arreglar para encontrarle el encanto a la vida y en eso Jungkook era experto, sonriendo aun cuando sus ropas necesitaban ser remendadas porque eso no tiene mucha importancia cuando se escalan árboles, se juegan con espadas de palo y, sobre todo, cuando se es joven.

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Un día qué habían planeado un nuevo juego y todos los hermanos Jeon se pusieron de acuerdo para levantarse temprano, terminar los pocos deberes del día y armarse con sus mejores atuendos hechos por ellos mismos con trozos de tela que les sobraban de otros proyectos, sin embargo su decepción se convirtió pronto en extrema curiosidad al ver varios carromatos estacionados en el lote baldío, el cual era el tablero de sus eternos juegos de verano. Los invasores, como decidieron llamarles, acompañados de algunas carpas y el gracioso acento de la ciudad, les saludaron de lejos con una larga ondulación de mano y los niños dudosos se preguntaron si sería buena idea acercarse, nunca habían visto aquellos ojos aceituna y cabelleras onduladas antes.

Jungkook se sintió llamado por el olor de las especias que su comida desprendía, extravagante y sin duda muy atrayente que le recordaba a las épocas en las que aún no eran tan pobres y podían permitirse platillos más elaborados. Observo a Jin y se sintió un poco desilusionado al sentir un pequeño tirón en su brazo que indicaba que era mejor volver a casa. Jungkook se quedó un momento estático, deseando soltar su mano y correr a descubrir lo que aquellos visitantes inesperados tenían por mostrarle, porque después de todo, no estaba mal olvidarse de su mundo por un rato. Sin embargo, no hizo nada y con una sonrisa propuso ir a pescar al río cerca de donde vivían sus primos.

The Storyteller | Jungkook, TaehyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora