Black Magic OS |Sterek|

Final

Había funcionado perfectamente, tal vez demasiado.

—Scott, ¿por qué me trajiste hasta aquí? —Liam miró al latino con mala cara, encontrándose en la mesa junto con Isaac y Derek. El ruloso como costumbre, rodó los ojos.

—Porque me encantas, quiero besarte todito y no dejarte ir. —Derek sonreía algo burlón, antes de intervenir. Sacó de su maletín la pequeña botella accionando en dirección a Liam. Este estornudó unos momentos para luego lanzarse a los labios de su mejor amigo.

—Como uses eso en mi, juro por todo mi guardarropa que te meteré la botella por el culo hasta que llegue a tu estómago. —habló Isaac al ver que Derek trataba de usar aquella locura enfrascada en un envase de color azul.

—Es lo mejor que he podido hacer, no puedo esperar para dárselo a Stiles. —el pelinegro sonrió maliciosamente.

Un gemido los hizo saltar de su lugar, cuando se fijaron en los dos jóvenes allí presentes. Scott tenía los labios apretados formando una línea recta mientras Liam tenía la cabeza metida entre sus piernas. Isaac escupió parte de su comida, levantándose rápidamente y llevándose a Derek consigo.

[...]

Scott no se despegaba del rubio e incluso lo hizo entrar a la clase que ni siquiera era de su curso y por casualidad a Isaac le tocó que sentarse al lado de Jackson —lease, ser obligado por Derek—, entonces cuando el castaño llegó al salón y no encontró alguna silla disponible excepto la del pelinegro. Sonrió pequeño y se dirigió a su lado.

—Hey Derek, ¿como sigues? —preguntó sonriente, sabiendo lo afectado que había estado el ojiverde desde el último rechazo de aquella chaqueta tan cara que le había comprado. Aunque él era demasiado listo y sabía que la prenda era de su mejor amigo Isaac.

Derek le correspondió la sonrisa y se encogió de los hombros, dando por pausada su charla al momento del profesor hacer su aparición. Química era realmente interesante pero muy estresante por todas las nomenclaturas de las cuales entendía muy poco así que, dejó de prestar atención para mirar al castaño.

Se veía tan lindo estando concentrado en sus apuntes, mordiéndose el labio cuando su mente seguramente trataba de entender los ejercicios y deseó mordelos por si mismo hasta arrancarselos y guardarlos en algún cofre de oro sagrado.

Deseaba besarlos, deseaba lamerlos, deseaba abusar de ellos, deseaba que estuviesen rodeando su polla pidiendo leche felizmente, sonrió como idiota al imaginarse a Stiles en aquella posición. Le excitaba demasiado quitarle la actitud de buen compañero y convertirlo en su novio también engreído, porque si, a ese castaño no le hacía falta nada.

Estaba buenísimo y era inteligente, era el paquete completo.

Tenía que hacerlo ahora o nunca, tenía que atraparlo en cuanto antes. Rápido pero con disimulo, sacó otra vez la pequeña botella azul haciendo el juego de que fuese una loción, hizo la ilusión de estar aplicándose a si mismo y rápidamente lo roció dos veces cerca a su cara.

Vio al castaño inhalar con fuerza y él fue bajándose la cremallera de sus jeans esperando que hiciese lo mismo que Liam le había hecho a Scott hacia unas horas, pero solo obtuvo sorpresa cuando escuchó el timbre al final de clase y lo vio levantándose de su silla con su habitual sonrisa en la cara. Accionó la poción rápidamente varias veces pero siguieron sin hacer efecto.

Salió del salón para seguirlo y hablar con él. Isaac fue el único que pudo salvarse de aquella bomba de tiempo que habia activado allí dentro, sin embargo Jackson ya le estaba tirando indirectas demasiado directas.

Tenían un receso de dos horas, más que el primero así que podría asegurarse de que su plan se hiciese a la perfección. Por lo que también decidio aumentar un poquito más del efecto en la poción. Porque un poquito no iba a matar a nadie, ¿verdad?