-Arriesgate-Narry Storan

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"-Bien, Señor Styles, es un gusto tenerlo con nosotros. Alan es simplemente un muchacho encantador y sus calificaciones son geniales.—El director del secundario Hallway le da un recorrido por los pasillos mientras el castaño solo observa con atención todo para luego no perderse.

--Eso espero, no me gustaría que sea una molestia.—Frunció su ceño en disgusto mientras sus manos estaban cruzadas detrás de su espalda, sin mirar al hombre que se encontraba a su lado. El director dejo escapar una risa, al parecer tomando aquello mas como una broma a que como algo serio.

--Claro que no, él es...¡Oh! ¡Señor Horan, venga!.-Exclamó con alegría, interrumpiéndose para llamar al consejero del instituto. El rubio, que se encontraba a unos metros hablando con uno de los alumnos de forma alegre, giro para observar sonriente al director del establecimiento.

-¡Clarck, es bueno verte! ¿Qué tal sigue Maggie?.-Horan se acercó sonriente antes de darle un apretón de manos al hombre canoso, luego reparando en la persona que se encontraba a un lado de su jefe.-Oh, buenos días.-Sonrió calido hacia Styles y este lo observó con cierto recelo.

-Éste, señor Horan, es el nuevo profesor de Matematicas.-Comentó mientras tomaba de los hombros al castaño, quien presiono sus labios para no rodar sus ojos. Todo eso de las presentaciones lo sacaba de quisio.

-Dios, matemáticas.-Se quejó el oji-azul.-Era un grano en el trasero para mi, pero es un gusto conocerte Hazz.—¡Maldito rubio de tinte barato! ¿Le acababa de poner un maldito apodo?

-Señor Styles para ti, Horan.—Casi le gruño y el oji-azul lo miró con diversión mientras el director se distraía, yendo a hablar con el de limpieza.

-Oh, pero miren nada más, el lobo sacando sus primeros colmillos.-Comentó en tono divertido.-Espero no te muerdas tú mismo el trasero por ser un irrespetuoso, solo intentaba ser amigable.-Elevó sus hombros mientras Harry parecía estar cada minuto más molesto.-Al parecer elegiste bien tu carrera, es decir, tú también eres un grano en el trasero.-Y dicho esto se fue, dejando a un muy molesto Styles con las palabras en la boca."

"Niall eleva la vista de sus papeles, encontrandose con Alan Styles en la puerta de su oficina. El labio inferior estaba atrapado entre sus dientes y se veía algo indeciso de ingrasar o irse corriendo. El rubio acomodo su corbata y le sonrió amable, haciendole una seña para que tomara asiento.

-Es bueno verte aquí, Al.-Comentó con alegría.-Creí que estarías intercambiando saliva con BRandon detrás de las gradas, ya sabes, como casi siempre.-Elevó sus hombros mientras una sonrisa juguetona le adornaba los labios. Las mejillas del chico se encendieron al instante mientras tomaba asiento, abrazando la mochila con nerviosismo.

-Brandon terminará conmigo.-Soltó en el instante en que los ojos azules del consejero se posaron sobre él, obligandolo a hablar. Horan elevó sus cejas.

-¿Y ahora que sucedio, Al?.-Preguntó, posando su espalda contra la silla giratoria.-Creí que ya habían superado la etapa de las tontas peleas todos los días.

-Es...por papá.-Contestó.-Ahora trabaja aquí y Brandon se siente amenazado. Es decir, mi padre no sabe que soy gay y él...-Niall lo interrumpió.

-¿Harry Styles?.-Preguntó, curioso y el joven frente a él elevó sus cejas.

-¿Como lo sabes?

-Estuve frente a frente con el grano en el trasero más grande que he conocido en mi vida.-Le aseguró, sonriendo con falsedad.-Comprendo totalmente a Brandon, aunque no en la parte de terminar con su relación.-Dijo al ver el rostro alarmado del chico, éste rodo los ojos.

-¿No se supone que eres el consejero?.-Preguntó Alan.

-Y tu un alumno, ¿Pero por qué estamos diciendo cosas obvias?.-Respondió.

-Ni siquiera se porqué sigo viniendo aquí.

-Porque tu padre es un idiota y necesitas hablar con alguien sobre eso.-Contestó con simpleza Horan y vio nuevamente al chico rodar sus ojos.-Oye, deja de hacer eso y cuentame. Estas robando tiempo valioso de la vida de Niall Horan."

"El oji-verde golpeo otras tres veces la puerta del baño mientras intentaba abrir la puerta. Harry estaba con su ceño más fruncido que veces anteriores y Niall se regocijaba en ello. Es decir, ¿Cuantas veces puedes molestar hasta hacer explotar a Styles?. Esta era su oportunidad.

-Parece que nos quedaremos aquí por un largo tiempo.-Comentó acercandose y pegando su cuerpo al del otro hombre, aspirando su deliciosa colonia. Sonrió, descarado, y los ojos de Styles parecían estar a punto de lanzarle veneno para que muriera en ese instante por comportarse como un idiota. Tomó la corbata del hombre entre sus dedos, acariciando la suave tela. 

-Si y ya siento mis pulmones contaminarse con tu hedor a mierda.-Contestó Harry y Niall no pudo evitar la sonrisa que surcó sus labios, negando con su cabeza segundos luego mientras llevaba la corbata a la boca y la mordía.

-Ya desearías estar tocando esto.-Le aseguró, guiñandole el ojo antes de acercar su rostro al cuello del castaño.Éste intentó apartarse pero luego quedó inmovil, sintiendo los suaves labios de Niall recorrer la piel de allí con cuidado antes de succionar y morder la piel, dejando una marca. 

Para cuando se aparto, los ojos del hombre parecían estar a punto de salirse de sus cuencas.-¿Qué diablos sucede contigo, maldito loco? ¡Estoy casado!.-Gritó Styles, sin importarle el hecho de que estaban encerrados en el baño de profesores y que alguien podría pensar que ellos estaban...teniendo sexo.

-Oh, ¿En serio?.-Preguntó con falsa impresión.-Una lastima, Styles. Ahora, tengo que irme.-Sacó unas llaves de su bolsillo mientras se sentía satisfecho de ver la mirada incredula que el oji-verde le estaba enviando.

-¿Tenías la maldita llave todo este tiempo?.-Preguntó con la irritación palpable en su tono de voz.

-¿Oops?.-Sonrió con falsa inocencia antes de dirigirse hacia la puerta y abrir."

Harry Styles, un poco reconocido profesor de matemáticas, logra conseguir un puesto de trabajo en el secundario donde su hijo, Alan Styles estudia. Solo que no contaba con la presencia de cierto rubio que viene a poner su mundo de cabezas y arruinar por completo la tranquilidad que rodea su vida.