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Niall suelta un suspiro, completamente resignado. El café no surge efecto, su cuerpo ya no es el mismo por lo que le cuesta demasiado mantenerse despierto luego de no haber dormido en toda la noche. Diablos, siente que en cualquier momento caerá dormido pero se esfuerza por sonreirle al joven Styles sentado con rigidez en el asiento de su auto, casi parece que no respira. 

-¿Te encuentras bien, Al?.-Lleva una mano hacia la pierna del chico, solo haciendo un poco de presión como para hacerle entender que se encuentra allí para él si lo necesita. El castaño solo asiente lentamente, sin siquiera mirarlo. Horan se traga el quejido, él no puede ver de esa forma a uno de sus pequeños, menos uno de sus favoritos. 

Estaciona su auto una cuadra antes de la institución, Al bajando del auto casi de inmediato sin siquiera despedirse. El oji-azul pasea una mano por su cabello, apoyando su cabeza luego contra el volante. 

Durmió tan mal. En realidad, dormir una hora ni siquiera cuenta. Pero no pudo dejar al chico solo, no cuando al levantarse al baño lo escuchó llorando en la sala de estar, solo y perdido. Oh por Dios, Niall era un blando pero no pudo evitar bajar las escaleras con rapidez, preparar un poco de té para ambos y sentarse a su lado en silencio, acariciando su espalda de forma reconfortante mientras ambos bebían su té en silencio. Luego, tal vez al rededor de las cinco de la mañana Al logró dormirse entre los brazos de Horan, quien solo lo observó dormir sin poder quedarse tranquilo.

Alguien debía acompañarlo en ese momento tan difícil, esa etapa en la que la persona asume sus gustos sexuales y piensa que se encuentra sola, sin nadie que lo apoye. 

Pone una vez mas en marcha el auto y se dirige hacia el estacionamiento del instituto, saliendo luego de unos minutos más sentado en silencio en el auto. 

(...)

Harry ingresa enfurecido a la oficina del consejero Horan, queriendo golpearlo. Lo encuentra sentado en su silla giratoria, los lentes de sol puestos y con sus manos entrelazadas sobre su regazo. Styles cierra la puerta detrás de si antes de acercarse con rapidez al escritorio.

-Horan, ¿Quién diablos te crees? Dándole alojo a mi hijo en tu casa, protegiendo a ese idiota.-Gruñe mientras apoya sus manos sobre el escritorio.

Lo observa, esperando la contestación sarcástica que nunca llega. Eleva sus cejas mientras hace sus manos puños, cada vez mas molesto.-Mira, gran idiota, no me importa hace cuanto trabajas aquí, nada te da derecho de robarme a mi hijo. Es menor de edad y ¿siquiera saber todo lo que la policía puede hacer contigo?.-Nuevamente silencio, luego de unos segundos acompañado por un pequeño ronquido.

-Oh por Dios, no puedo creerlo aunque...pensándolo bien, sí. Sí puedo creerlo, es algo tan esperable de ti.-Rodea el escritorio solo para pararse a un lado del hombre, tomando el vaso de agua sobre el escritorio para luego verterlo sobre el cabello y parte del cuerpo de Horan, quien chilla con fuerza mientras se acomoda.

-¿Quién murió? ¡Oh por Dios, juro que le dije a ese idiota que no valía la pena...-Deja de hablar al notar una persona a su lado, por lo cual se acomoda en su asiento intentando mantenerse serio. Se quita las gafas de sol antes de posar su vista sobre Styles, quien aún tiene sus cejas elevadas.

-¿Por qué no me sorprende que hayas estado durmiendo en el trabajo? Jesús, y pensar que mi hijo desea que seas su padre. Eso demuestra cuan idiota es.-Horan toma una gran bocanada de aire porque esta hasta la coronilla de ese idiota y porque tiene demasiado sueño como para ser una persona realmente coherente.

-Mire, Señor Styles, no se que clase de problema tengan usted y su hijo pero recomiendo que lo hable con él, no conmigo. Estoy trabajando aquí para atender a los alumnos, no asnos.-Sonríe de forma filosa, antes de ponerse una vez más sus gafas.

-Arriesgate-Narry StoranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora