LB 2 : El Legado de la Desgracia.

Parte 0 : Amma Live

Seguramente te estarás preguntando cómo he vuelto, ya que la última vez que supiste de mí dije que solamente había una solución para conocer a Kurt, la cual era suicidarme. Bueno, con respecto a eso, aparentemente dispararte con una escopeta de jugete en una zapatilla y luego tirarte al piso aguantando la respiración, esperando a la muerte, no va a lograr que te mueras y tampoco va a causar nada más que incomodidad (sobre todo si estabas en una cueva como yo).

Igualmente, continuemos con lo que estaba por decir. Después de dormirme, me encontró alguien, el cual llamó a una ambulancia que nos llevó a mi y a mi kurt a un lugar desconocido.

Me encontraba en una sala blanca, llena de monitores y de cosas así que se encuentran en un hospital, pero no tenía ni idea dónde estaba. Por mucho que busqué, no logré encontrar a mi Kurky en ningún lado y, antes que me diera cuenta, un hombre vestido de blanco entró a la sala.

Él me dijo que había sufrido de un golpe de calor, el cual fue causado por los 40° que hacía en esa cueva, pero no le creí. Ya me parecía que ese "doctor" era familiar. Al irse, usé una computadora para revisar unas cuantas cosas en Internet, inculyendo la fecha y unas cuantas fotos de Nirvana.

¡Lo sabía! Ese hombre que ví no era cualquier doctor... Era el mánager de Nirvana! Si alguien sabía cómo y dónde revivir a Kurky, era él.

Pero para que me haga caso, tendría que tomar medidas drásticas. ¨

He ideado un plan para que me reconozca. Al entrar a su oficina, voy a cantar la famosa canción de Kurt "Esmel laiktin spirt" o algo asi...

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No funcionó...

De hecho, me echó de su oficina y me mandó a mi casa...

Le dijo a mis padres todo lo que había pasado, y ellos lo tomaron demasiado en serio. Aparentemente, ellos no me dieron permiso para ir a África, ni tampoco de comprar y robar.

Me castigaron, pero me escapé...

Logré encontrar el camino de vuelta a África y fue ahí cuando lo vi...

Estaba el desgraciado... en el trono que una vez me perteneció... con la corona que una vez me perteneció...

No solo eso, si no que también vi a mi amigo caminando por ahí, lo cual me entristeció mucho, ya que no pude soportar ver a mi único amigo cerca de ese desgraciado.

Esto no se puede quedar así...

Él debe sufrir.