Nuestro secreto.

Tu y yo escondiendo lo que sentimos.

Había sido una temporada larga, después de su gran derrota y segundo lugar, Viktor y Yuri se habían tomado unas "vacaciones" realmente era culpa de Yuri tomar esas vacaciones y más que vacaciones era solo volver a casa.

Viktor estaba medianamente molesto debido a que desearía estar entrenando, estar en una pista de hielo a solas con el menor pero desgraciadamente no podían, aún. El tiempo pasaba lentamente, estaban comiendo cuando Viktor agradeció por la comida y se retiró hacia los baños termales, ahí es donde se encontraba con su expresión de molestia.
Se quitó la ropa, dejo ver su cuerpo definido y tonificado el cual mostraba todo de él, excepto su hombría la cual era ocultada apenas con una toalla.

Ya en el agua miraba el anillo de su dedo con desánimo. En ese momento fue cuando Yuri entró, también mostrando todo de si pero y con solo una toalla que apenas lo cubría, con el trajo un poco de sake para Viktor.

Yuri: —Se que no querías venir y desearías estar entrenándome, pero quería descansar un poco.—Se empezó a adentrar a las aguas termales y aprovechó de extenderle el sake al mayor.

Viktor: —Tienes razón, preferiría estar entrenando, después de todo llorabas y rogabas que no me fuera y que no te dejará y que tampoco dejara de ser su entrenador.—Hablo con una sonrisa y alegría pero realmente estaba molesto y lo hacía para hacer sentir culpable al menor.

Las luces del lugar fueron apagadas debido a un problema de electricidad. Fue entonces que Viktor miro su gran oportunidad, era el momento único que jamás se le presentaría una vez más. Al menos en mucho tiempo.

Viktor:—Yuri.~

Susurro suavemente acercándose al menor tomando sus mejillas y plantando un beso en sus labios, un beso lleno de amor, pasión, deseo retenido desde hace tanto tiempo. El menor había quedado impactado, sus labios se movían de manera torpe, inexperta, eso derretía al albino de ternura.

Yuri:—V..Viktor, ¿acaso esto es?.

El albino lo cayó con un beso más mientras lo ayudaba a sentarse en el borde de la piscina de aguas termales. No hablaba, no se distraería esta vez, sus labios bajaban por el cuello del menor, dejaba marcas de territorio con chupones y mordidas fuertes que causaban gemidos de dolor y placer combinados para Yuri.

Viktor:—Yuri, me has dado mucho de ti, pero no es suficiente para saciar mi hambre, solo déjame disfrutar esta noche.—Su diestra coquetamente acariciaba las piernas del joven, no tardó en llegar hasta su hombría la cual agarro con su mano sin miedo alguno empezando a estimularlo lentamente.

Yuri:—Viktor, n..no deberíamos ¡ahh! ¡Ngh! No, no toques ahí, Viktor p..para.—El falo del pelo negro crecía lentamente gracias a la firme mano del ruso masturbándole suavemente intentando hacer que hasta el mínimo tacto fuese placentero.

El albino quitó la toalla de la cintura ajena, observaba el miembro de su tan deseado disculpó y empezó a besar sus muslos, de sus muslos pasó a sus genitales, los dedos de su mano derecha dejaban de acariciar su pene y bajaban hasta sus genitales acariciandolos un poco, pero la verdadera intención era pasear su dedo indice en el anillo de su ano, eso lo hizo sin problema alguno, no tiene miedo, sabía que no había opción de parar así que disfrutaría bastante todo.

Viktor: —Sabes, había planeado hacer esto contigo tanto tiempo, no había un momento adecuado, un momento en que pudiese demostrar lo que me haces sentir, desearte.—Entrecerró sus ojos mientras metía lentamente su dedo índice en el ano contrario sintiendo lo apretado y caliente que estaba.

Yuri:—¿D...de qué hablas? E..esto no está bien, Viktor para, p.. ¡ngh! ¡AHhhh!.—Un gran gemido salió de su boca por culpa de la penetración en su ano, pero pronto miraba a su entrenador, aquel que admiraba. Nunca tuvo el valor de aceptar lo que siente por el, Yuri estaba por primera vez dándose cuenta de lo que sentía y lo que deseaba.