Volverte a ver ( CNCO )

Capitulo 4: Pequeños celos

-Te gusta Richard?

Me quedé mirando unos segundos a Chris sin entender del todo su pregunta hasta que reaccioné.

-es una broma verdad?- pregunté mirándolo incrédula. Su rostro mostraba que hablaba en serio. -no puedes ponerte celoso por eso. Es tu amigo, tuvo un buen gesto. Te bese a ti, no a él. Pero parece que eso no interesa.

Me levanté de la arena limpiándome, decidida a volver al hotel. Me sentía molesta por esa actitud de niño, no se podía enojar por algo tan bobo.

-Espera- Chris me sostuvo del brazo y me hizo girar- tienes razón. No sé porqué me molestó eso, simplemente me sentí inseguro. No se que me estas haciendo ____ pero desde que te conocí no sales de mi mente. Disculpame -luego de eso me abrazó. Me derritió su sinceridad y lo abracé fuerte.
Se separó un poco del abrazo para mirarme y apoyar suavemente sus labios sobre los míos provocando un suave beso y mil mariposas en mi estómago.
Sus manos pasaron de mi cintura a mis mejillas acariciándolas lentamente.
Al separarse juntó su frente con la mía, sin abrir sus ojos, suspiró.
-No sé que me estas haciendo. Pero me encanta- abrió sus ojos mirándome expectante. Una sonrisa se dibujó en mi rostro, haciendo que se iluminara el suyo. Estaba feliz y eso me hacía feliz a mi.

-Ya!!! Es demasiado amor eso. Vengan a divertirse!!- se escuchó como Joel nos gritaba desde el agua. Reímos y fuimos junto a ellos.

La tarde pasó entre juegos y risas, Chris no se despegaba de mi y eso me encantaba. Sus actos de niños me estaban gustando mucho, me olvidaba que era el mas grande de todos. Por momentos parecía que le sacaba el puesto a Erick. 

-Pareces una estatua ahí, mirando a Chris hipnotizada- Zabdiel me decía poniéndose a un lado mio. Me sonroje. -Hacen linda pareja, yo los bendigo.

- Eres un bobo-dije riéndome y apoyándome en su hombro, el me sacaba dos cabezas.-Pero gracias, supongo. No se que tiene, pero me tiene suspirando como quinceañera.- dicho esto suspire.

-Es especial, puedo asegurartelo. Tiene sus cositas pero es muy bueno, y también se nota que algo le llamo la atención de ti. Jamas lo vi hablar tanto sobre alguien- me miro- en serio, se vuelve pesado- ambos reímos, 

-¿De que tanto hablan ustedes?- Chris venia caminando hacia nosotros.

-Nada, nada. Cosas que a ti no te importan- Zabdiel le saco la lengua y yo me tape la boca. El nos miro sospechoso y se acerco a darme un beso en la mejilla. 

-No me robes a mi chica Zab- me sostuvo de la cintura, alejandome un poco de Zabdiel.

-Sabes que eso jamas lo haria- dijo Zabdiel riendo y se alejo levantando las manos. Me gire a mirar con ojos de enojada a Chris.

-Era una broma preciosa- me dio un pequeño beso- se que soy irresistible, no te quieras hacer la dura conmigo- intento besarme una vez mas pero fui mas rápida y me solté de el, corriendo. -Ven acá!- corrió detrás de mi mientras yo me protegía con los chicos quienes reían por nuestras travesuras.

-Protejamos a ____-grito Richard y todos hicieron un circulo alrededor  mio, alejándome de Chris quien intentaba quitarlos sin éxito. 

-Vamos! entregarme a la princesa- Chris empezó a hacerle cosquillas a todos y caímos como bolsas al suelo, no se a quien tenia encima pero estaba aplastándome.

-Oigan! la princesa se esta muriendo ahogada!- grite como pude y empezaron a quitarse de encima.

-Estas bien? lo siento, olvidamos que eras una chica y nosotros unos ogros enormes- se disculpo Zabdiel entre jadeos de cansancio. 

-Si estoy bien- respondí riéndome- eso fue muy divertido. -un grito salio de mi cuando senti un cuerpo nuevamente sobre mi.

-Te tengo princesa!- grito victorioso Chris mientras me encerraba en sus brazos y me besaba todo el rostro.

-Consignase un cuarto- grito Erick mientras se alejaban.

-Dejemos a estos dos solos, quieren hacer princesitos- dijo entre risas Richard. Ambos tomamos un poco de arena y les tiramos.

Nos sentamos en la arena con Chris, el amanecer se estaba haciendo presente. El se sentó detrás de mi y yo me recosté sobre el, nos dedicamos a mirar la puesta del sol entre caricias. Ese momento era perfecto. No hablábamos, solo nos acompañábamos el uno al otro en este instante tan lindo y cómodo. 

-No quiero romper este momento, pero tienes que saber que mañana volvemos de tour.