Yo no creí nunca en el destino. Si querías algo, tenías que ganártelo. Pero un día de Marzo, el motor de mi moto se estropeó, lo que me obligó tomar el tren para ir a la escuela donde impartía clases.
Todo iba bien, estaba bastante aburrido viendo las estaciones ajenas pasar.Hasta que te vi. Rubio, de ojos azules y hermosas cejas en espiral. Fumabas un cigarrillo, a pesar de que estaba prohibido.
Yo nunca creí en los flechazos a primera vista... hasta que entraste en mi vida.
Si fuera más guapo y un poco más listo, si fuera especial, si fuera de revista, tendría el valor de cruzar el vagón y preguntarte quién eres.
Te sientas enfrente y ni te imaginas que llevo por ti mi camisa más bonita.
Y al verte lanzar un bostezo al cristal, se inundan mis pupilas.Todos tus gestos me calentaban la cara. Todos tus movimientos eran gráciles, perfectos, hermosos... y hacían que cada vez, cayera un poquito más por ti.
De pronto me miras, te miro y suspiras. Yo cierro los ojos, tú apartas la vista. Apenas respiro, me hago pequeñito y me pongo a temblar.
¿No soy lo suficiente para ti? Esa pregunta rondaba mi mente y me rompía poco a poco el corazón. Quería luchar por ti, quería ofrecerte todo lo que tengo... Pero, ¿y si no era suficiente?
¿Y si... Y si me rechazabas?
Y así pasan los días, de lunes a viernes, como las golondrinas del poema de Bécquer.
De estación a estación.
Enfrente tú y yo, va y viene el silencio.Lo odiaba. Odiaba ser tan cobarde como para no atreverme a decirte ni siquiera un mísero Hola. Era tan patético. Ni siquiera podía preguntarte tu nombre, aunque lo descubrí el primer día pero quería, deseaba, SOÑABA con que me lo dijeses tú.
De pronto me miras, te miro y suspiras. Yo cierro los ojos, tú apartas la vista. Apenas respiro, me hago pequeñito y me pongo a temblar.
No más. No quería seguir siendo así. Quería estar contigo...
"Venga Zoro. Vence tus miedos" -me dije a mí mismo. Pero no era fácil. Con tan sólo verte, mis manos temblaban, mis piernas flaqueaban, todo mi cuerpo se debilitaba... por ti.Quería hablar pero no podía. Quería moverme pero no me sentía ni la cara.
Quería... pero...Y entonces ocurre, despiertan mis labios.
Pronuncian tu nombre, tartamudeando.
Supongo que piensas: "que chico más tonto" y me quiero morir.¡Dios, ¿por qué hice eso?! Tierra, trágame. Me estabas mirando y creí poder leerte el pensamiento. Y no me gustaba. Me quería morir.
¿Por qué abrí la boca para decir tal estupidez: "S~Sa~Sanji"?
No soportaba tu mirada, no después de lo sucedido.
Soy un idiota... soy...Pero el tiempo se para y te acercas diciendo:
-Yo aún no te conozco y ya te echaba de menos. Cada mañana, rechazo el directo y elijo este tren.¿Cómo? Eso significa... ¿sientes lo mismo por mí?
Una sensación cálida y agradable se expandia desde mi pecho hasta el resto de mi cuerpo.
Si estaba soñando, no quería despertar jamás.Y ya estamos llegando.
Mi vida ha cambiado.
Un día especial, este 11 de Marzo.
Me tomas la mano, llegamos a un túnel que apaga la luz.Maldito túnel. Quería seguir derritiéndome con tu mirada, de un azul más intenso que el mismo océano.
Tú eras mi océano y yo el marinero, el pirata (lo que quieras que yo fuera, lo iba a ser) que lo custodiaba y lo amaba más que a su propia vida.
Te encuentro la cara, gracias a mis manos.
Me vuelvo valiente y te beso en los labios.
Dices que me quieres y yo te regalo el último soplo de mi corazón...Ahora, años después de aquel encuentro, seguimos juntos, tomando siempre el mismo tren hacia el mismo lugar.
Y siempre, siempre, un 11 de Marzo.Dedicado a todas las fans del Zoro uke (como -rxinbxwstxr, Berenice_de_Roronoa, bluesnowball,...) y a todas aquellas que aún están esperando que Cupido me regale una de sus mágicas flechas...
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11 de Marzo
FanfictionZoro es maestro de kendo en una escuela a las afueras de la ciudad. Un día, su vehículo se estropea y no tiene otra que coger el tren. Será ahí cuando se enamorará de un chico rubio, de ojos azules y extrañas cejas rizadas, que se sienta justo frent...