Carta VI

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Han pasado quince días y todo ha quedado ya en el olvido. Ya nadie habla del autobús que se estrelló, ya nadie habla de la pobre chica que tuvo la mala suerte de estar ahí, ya nadie habla de llevarte flores, ya nadie se molesta en encender velas por ti, ni siquiera lloran, ya no le importas a nadie.
Pero yo sigo arrepintiendome por no estar en aquel autobús que se estrelló, yo sigo soñando con aquella chica, yo sigo llevándote flores cada día, yo sigo encendiendo velas por ti todas las noches, yo aún no he dejado de llorar, yo sigo hablando de ti, a mí me sigues importando.
Aunque si te soy sincero muchas veces me pregunto si sirven de algo esas flores que te regalo si tú no puedes verlas ni olerlas ni tocarlas,si sirven de algo esas velas que enciendo si luego yo mismo las apago, si sirven de algo mis lágrimas si no van a hacerte volver. Muchas veces me pregunto si ya es hora de intentar olvidarte, de dejar que mis flores se marchiten, que mis velas se apaguen.

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