Ana y Mía: Una adicción

El principio

No recuerdo el día, pero si recuerdo el lugar, estaba en mi habitación navegando por Internet, desde siempre he tenido esa obsesión por bajar de peso, pero nadie lo sabía, seguía dietas constantes, hacía ejercicio, de todo. Pero nada funcionaba.
De pronto comenzé a chatear con una amiga, me ayudó a salir de la depresión y me dio un Consejo "Refugios", claro, para mi un refugio siempre fué la anorexia y la bulimia, meses atrás eso hubiera sido una total locura y estupidez, pero me di cuenta que con el pasar del tiempo los pensamientos cambian, la manera de pensar va evolucionando para bien o para mal.
Busqué en Internet "Anorexia y Bulimia", de pronto una página llamada "Ana y Mía" recibió mi atención, comenzé a practicar todo lo que decía, me ayudó bastante a no volver a caer en la depresión por un tiempo.
Los días pasaban y pasaban, el agua era escencial para mi cuerpo, los chicles, el aire, mi alimento era el aire.
Busqué frases de Ana y Mía, me encantaban, me animaban a seguir con esto y no dejarlo.
Entré a un grupo de esto en todas las redes sociales posibles, todo era estupendo hasta que ocurrió lo peor.
Me miraba al espejo y no veía más que grasa, mi estómago no parecía el de una modelo, era asqueroso mirar esa bola de grasa en el espejo, caí, el suelo fué mi psiquiatra, me escuchó más de lo nadie había hecho jamás
Recurri a Mía, ya que Ana no era suficiente, no quiero comer pero lo hice "Si el alimento me vence, debe salir por donde entre"
Introduje mis dedos en la boca, vi como ese líquido salía de mí, luego comenzó a salir agua, de pronto mi boca expulsaba sangre
¿Cómo es posible?

Sin darme cuenta me sentí mal, las piernas no podían mi cuerpo, me desmaye, minutos en el suelo rodeada por pensamientos malos sobre mí, es todo lo que recuerdo.

Desperté en el mismo lugar, nadie lo notó, a nadie le importó.