Besos rotos. II

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Besarte era como... Era como navegar en sentimientos y emociones, pasear y ver destellos de colores a medida de morder cada labio, despegar hacía el universo y ver más detallado las estrellas y el sol. Sentir ese cómodo y agradable cosquilleo en el estómago, sentirse en el aire, sentirse en las nubes, sentir ese cálido calor que empieza desde tu espalda, y por fin termina en tus mejillas, dándole un color carmín intenso. Sonreír de manera tonta y seguir besándote, disfrutar cada segundo, disfrutar estar contigo, por que nadie me había hecho sentir así.

Tomabas de mi mano y notaba leves chispas, que quizás... Tu no las hayas notado.
Mirar tus ojos y disfrutar de ese brillo tan inigualable, ese color tan intenso, amarillo con verde... Quizás marrones claros... Quizás un color miel; que escurre modelando perfectamente tus pupilas, que a cualquiera podría derretir.

Nos sentamos en el pasto mojado y reímos, nos habíamos mojado el trasero. Me negué a sentarme otra vez, jalaste de mi brazo y quedé encima tuyo. Sonreiste. Yo morí. Me besaste. Yo sonreí. Sentirme en tus brazos era algo nuevo para mi, me sentía amada, me sentía querida por ti.
Pero solamente eran ilusiones cariño, sólo ilusiones.

No eramos nada, sólo dos adolescente que querían sentirse queridos por el profundo dolor del pasado. Yo estaba lastimada, tú también.

Esa chica arrebató de tu corazón y no le importó. Me lo dijiste cara a cara, lloraste en frente de mí. Tus lágrimas acariciaban tus mejillas hasta llegar a tus labios, sonreias igual, pero esa no fue tu sonrisa bonita, era una triste y depresiva. No era llena de amor y ternura, pero igual hasta en la profunda depresión, sería bonita verla allí. Me besabas apasionadamente a la vez que sollozabas en mis brazos. Me lastimaba verte así tan vulnerable, me lastimaba que sigas sintiendo emociones por otra persona y trates de hallar refugio en otro corazón roto.
No dude en abrazarte, decirte que todo va a estar bien en un largo tiempo.
¿Quién era yo para dar consejos de amor?
Fuiste mi primer novio. Como a ti te gustaba decirlo, "tu primer amigo con derecho".

Pero ahora veo como el tiempo no arregla nada, sino que disminuye el dolor y la compasión del amor.

El tiempo solo es una ilusión, pero vale lo que haces en ese tiempo.

Arreglar cada grieta del corazón con alguna aguja afilada, con un hilo largo rojo; llenándole de lágrimas como pegamento y besos como martillo. Recoger cada pieza e ir pegándola a cada lado, perfeccionar su color y calidez. Hacerlo fuerte e irrompible, pero creo que eso es un poco imposible para un corazón que todavía no encuentre remedio, si aún sigue enamorado.
Por que, todo mi ser sigue enamorado de ti.
Por que, todo mi ser te desea.
Por que, todo mi ser estaría muriendo ahora mismo por ti.

Todavía en las oscuras noches en mi mal insomnio, sigo sintiendo pequeños toques como sí tus labios rozaran como los míos. ¿Cuánta imaginación verdad?
Revivo los momentos dulces de caramelo, cuando tú estabas pegado a mi, y puedo sentirlo de nuevo. Cuando tus amielados labios se juntaban con los míos, remodelando y endulzando con tu saliva de azúcar.
Como esas pequeñas mariposas entraban en mi ser cada vez que me besabas. Esas mariposas que aleteaban por cada centímetro de mí, haciendo cosquillas bonitas. Que me hacían sentir libre en éste infierno grande.

Como te extraño.
Vuelves y me endulzas de nuevo.
¿Acaso no te arrepientes de nada? ¿Me piensas? ¿Me extrañas?
No entiendo que magia tienen tus labios que apaciguan cada milímetro de mi piel. Esa sensación asombrosa cuando me tocas y se eriza por completo, calefaccionando cada partitura de mí.

No entiendo como lo haces. Que cuando me besas me llevas al universo visitando cada planeta y paseando por los cosmos. Tocando cada estrella y viajando a cada lado. Sentir el sol cerca y sin miedo nos vayamos acercando lentamente para fluir calor en nuestro falso amor. Caer en el hoyo negro mientras veo cada gordura de tus labios, acercarme lentamente y tomarte del pelo, acariciar suave y lento, mirarte a los ojos y decir "Te quiero" y cuando ya voy a arrebatárte un beso... Desapareces. Veo como caigo sola y tiemblo. Cómo me destruyo dentro de él mientras absorbe todo mi cuerpo. Como toma mi corazón y lo parte a mil pedazos. Cerrar los ojos y por fin desaparecer.

Ya estoy en el paraíso y mi mirada busca tu silueta.
Y ahí estás. Como la primera vez que nos conocimos. Sentado en el césped mirando tu celular disimulado.
Busco tus labios.

—Hola.—sonríes.

Doy media vuelta para irme y no comenzar de nuevo cuando siento tus brazos alrededor de mi cintura.
Me das vuelta.
Me besas.
Vuelvo a caer.

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⏰ Última actualización: Oct 10, 2022 ⏰

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