Cap.1 Los Weasley

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10:55 a.m, King's Cross, 1 de septiembre de 1991.

Carol no era como el resto de la gente respecto a gustos, ella siempre se había interesado mucho por la magia, leía libros, buscaba en internet y, sobre todo, observaba, observaba las noticias, leía los periódicos, y se fijaba sobre todo en los casos extraños que ocurrían, los casos sin resolver y todo lo que no encajaba, esas cosas que la gente pasaba por alto, y una de las cosas que mas la intrigaba era algo que estaba sucediendo ese mismo día. Todos los 1 de septiembre de todos los años se formaba una gran aglomeración de gente en la estación de King Cross y, luego, desaparecían de la estación sin subirse a ningún tren. ¿Qué como sabía Carol esto? Pues porque ella cogía un tren en King Cross todas las semanas para visitar a su padre, y los trenes nunca estaban colapsados, aún con esta masa de gente. Pero mejor volvamos a los acontecimientos que están ocurriendo ahora, Carol está sentada, recargada contra la pared que separa los andenes 8 y 9, está allí, sola, con su libro, como le gusta hacer cuando necesita un poco de tranquilidad. Pero esta vez es diferente, algo le llama la atención.

-¡Como siempre, repleto de muggles!

¡Muggles! ¡Ella había leído ese término en uno de sus libros de magia! Tenía que seguirlos, tenía que averiguar si tenía razón, tenía que tener razón, tenía que ser magia.

Y lo era.

La mujer que había usado la palabra "muggle" era la madre de otros 5 chicos, todos pelirrojos, tambien iba con un chico de pelo negro que parecía no conocerlos.

- Vamos Percy, tu primero.

Y el mayor cogió su carrito y corrió hacia la pared, y la atravesó.

- Ahora tu, Fred.

- Él no es Fred, yo soy Fred.- Dijo uno de los gemelos.

- En serio, mujer, ¿tú te haces llamar "nuestra madre"?

- ¡Ay...! Lo siento George.

- Es broma, yo soy Fred.

Y los gemelos atravesaron la pared.

- Perdona- llamó la atención el pelinegro a la madre de los chicos.
-¿Podría decirme cómo ha...? ¿Cómo se...?

- ¿Cómo llegar al andén?

El chico asintió

- No te preocupes.- lo calmó la mujer- también es el primer año de Ron-
Dijo señalando con la cabeza al pelirrojo menor.- Tienes que caminar con decisión hacia la barrera entre los andenes nueve y diez. Coge carrerilla si estás nervioso.

El chico corrió y pasó. Y por último pasaron el pelirrojo menor, la pelirroja pequeña y la madre.

Tenía que intentarlo. O sea ¿quién en su sano juicio presencia esto y no lo intenta?
Y así lo hizo, fue con decisión hacia la pared, no muy rápido por si no le funcionaba no partirse los dientes.

Y lo consiguió

Una gigantesca locomotora de vapor se erguía ante ella, un nuevo andén, cientos de personas, padres despidiéndose de sus hijos, hermanos despidiéndose de sus hermanos, amigos saludándose. Había leído sobre esto, el expreso de Hogwarts, Hogwarts era una escuela de magia y hasta ahí sabía, ni un dato más sobre eso. ¿Cómo había conseguido pasar siendo muggle? Término el cual conocía por los libros, al igual que el tipo de magia que había entre los andenes nueve y diez. Eso ahora no importaba, lo que importaba era que había un tren a punto de marcharse al que Carol estaba decidida a subir.
Subió al tren, buscó un compartimento vacío, no está de más decir que no lo encontró, así que se sentó junto a un chico gordito, muy pálido y con pinta de asustadizo y otro negro, alto y muy sonriente.

Sangre, sudor y ego (Hiatus)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora